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Principio Potosí

Potosí, y con este nombre que algunos historiadores defienden que debió ser el de Bolivia, el pasado y el presente, pero también el futuro de parte del planeta se ponen en la mesa de reflexión a partir del arte. Principio Potosí es la exposición que está en Madrid, en el museo Reina Sofía, y que pasará luego a la Casa de Culturas del Mundo de Berlín (Alemania). El soporte de cuadros coloniales de museos e iglesias bolivianos, confrontados con obras contemporáneas de la llamada Hispanoamérica, son la vía, el soporte que permite a los organizadores preguntarse sobre el origen de la globalización y el sentido de la modernidad.

Ahí está el valor de la curaduría. La mirada del que es capaz de hacer un ensayo más que sólo colgar cuadros para mostrar lo bellos que son. Y asimismo, ahí está la prueba de lo importante que es que la producción de las ideas trascienda las fronteras, que se muestra aquí y allá, única manera en que será posible «defender» eso que se llama patrimonio. No es predicando entre convencidos que se logrará convencer al mundo de la riqueza intelectual y estética de los bolivianos. Es promocionándonos ante el mundo que se logrará que se nos conozca. Pese a ello, esta vez, como en otras oportunidades, no fue fácil convencer a los custodios de los bienes que éstos deben salir para estar vivos.