Colombia, a un día
Gane quien gane, Santos o Mockus, las relaciones con EEUU se mantendrían
Nueve candidatos, dos favoritos. A ninguno le alcanzaría para ganar en primera ronda y se anticipa un ballotage para el 20 de junio. Corren las apuestas por quién será el próximo presidente de Colombia, país que hace décadas sufre un constante asedio de la guerrilla.
El más grave problema de esta nación, la cuarta en extensión territorial de América del Sur, continúa siendo el accionar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). No por nada el combate a la narcoguerrilla fue el eje de la campaña del candidato oficialista, Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa de Uribe y conductor de los dos golpes más efectivos que ha recibido dicha organización ilegal.
Este domingo se sabrá si la estrategia de terror practicada por Hugo Chávez, cada vez que alertó de un probable conflicto bélico entre Colombia y Venezuela en caso de una victoria de Santos, restó o sumó votos al «heredero» de Uribe, como le llaman los medios locales al economista y administrador educado en EEUU e Inglaterra.
Su principal rival se constituye en toda una sorpresa: Antanas Mockus, el excéntrico matemático, hijo de inmigrantes lituanos, al que hace tres meses no le auguraban más de 3% de intención de voto. Dos veces alcalde de Bogotá, estuvo en La Paz para compartir sus buenas experiencias en materia de cultura ciudadana durante sus gestiones de gobierno municipal.
Santos, del Partido de la U, y Mockus, del Partido Verde, llegan técnicamente empatados. El primero promete «construir sobre lo avanzado»; el segundo, «otra forma de gobernar». Vienen de poner toda la carne en el asador. Ahora, la palabra la tienen los colombianos: 30 millones que han sido habilitados para votar, de un total de 45,4 millones de habitantes.
En lo que toca al mapa ideológico del continente, cualquiera de los dos que resulte victorioso, las relaciones con EEUU se mantendrían invariables. Esto podría ser interpretado como una derrota de Chávez y el resto de los presidentes socialistas, aunque varios de ellos apuestan más a Mockus que a Santos.
Santos representa la mano dura contra la violencia; Mockus, la política social. Pasó la campaña más reñida de todas y, al mismo tiempo, la más pacífica. Las FARC, aunque vieron mermar sus combatientes en esta década, aún infunden temor a los colombianos. El contexto regional importa, pero si algo necesita Colombia es que gane la paz.