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Elecciones en Brasil

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva culmina un segundo exitoso periodo presidencial y ha elegido para continuar su obra a Dilma Rousseff, ex ministra Jefe de Gabinete, quien fue la coordinadora de los planes de Infraestructura y Economía de su gobierno. Ella es militante del Partido de los Trabajadores (PT). Lula la presentó afirmando que «Brasil va a experimentar que la mujer no es un objeto de la cama y la mesa, sino un ser político que lo puede hacer mejor que nosotros en 500 años». A pesar que Lula confía en lograr imponer a su favorita, lo cierto es que la historia ha demostrado que la popularidad de un presidente no siempre puede ser transferible.

Los analistas sostienen que en este escenario, si bien la candidatura oficialista repunta con fuerza, la victoria ante el opositor José Serra no está garantizada. Serra es candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fue  ministro de Planeamiento y de Salud durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2003), senador, gobernador y prefecto de la ciudad de Sao Paulo, un político de experiencia que se desempeñó muy bien. Serra también recibe el apoyo del Partido Popular Socialista (PPS) y Laborista Brasileño (PTB).

Frente a Rousseff y Serra se presenta una tercera rival, la ecologista Marina Silva, del Partido Verde (PV), antigua aliada y ex ministra de Lula en su primera gestión que, de acuerdo con varios expertos, es la más carismática. 

Estos serán los tres principales rivales en la contienda, en la que han inscrito sus candidaturas otros nueve aspirantes a la presidencia, que en conjunto no llegan a sumar más del 2 por ciento de intención de voto en las encuestas.

Se anticipa que será la elección más cara de todos los tiempos, pues Serra tendrá un presupuesto de $us 100 millones para enfrentar a la maquinaria que apoya a Rousseff,  que se estima a un costo de $us 90 millones, mientras que Silva ha previsto gastar sólo $us 50 millones.

De acuerdo con los sondeos, para el electorado serán determinantes los contenidos de los programas propuestos por los postulantes en temas tan importantes como la seguridad ciudadana, el narcotráfico, la preservación del medio ambiente, el crecimiento de los ingresos, los programas de apoyo social y de desarrollo tecnológico.

La campaña acaba de iniciarse de forma muy reñida y acapara la atención no sólo de los ciudadanos brasileños, sino también la de los países vecinos.