Icono del sitio La Razón

Taxistas con armas de fuego

Suena al lejano oeste o a una tierra de nadie. Ante el gran número de choferes asesinados y la falta de seguridad en la ciudad de El Alto, los taxistas de esta urbe han anunciado el uso de armas de fuego para defenderse de los malvivientes.

¿Taxistas armados? La idea sola de tomar un vehículo conducido por un chofer que, con seguridad, porta una pistola, es escalofriante. Sólo para valientes. O amantes de la adrenalina. O para quien no tiene coche, no puede tomar un micro y debe llegar pronto a casa. ¿Es tan descabellado? De inicio, la Federación de Taxistas de El Alto tiene sus motivos muy bien fundamentados: 30 años de existencia, 30 miembros asesinados; los últimos nueve, este 2010.

A estas muertes se suman los cientos de conductores que han logrado sobrevivir al ataque de los «cogoteros». Y, definitivamente, un asalto no debe ser, de ninguna manera, un gaje del oficio.

Sin embargo, la posibilidad de andar todos armados no ofrece mejor perspectiva. El camino es otro. Las autoridades deben buscar formas de control efectivo en las calles, así como el fichaje tanto de clientes como de taxis —como sucede en Bogotá, por ejemplo— donde existen casetas para tomar coches y, tanto conductor como tripulante, saben que se trata de un viaje confiable. El control, no las armas, es una respuesta más eficaz.