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Una oportunidad histórica

Con aires telúricos de sikus y wankaras, el 9 de mayo de 1980, la Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos (OEIN) presentó ante un sorprendido público por primera vez La ciudad, una pieza escrita por el también director de la orquesta, Cergio Prudencio, inspirada en las imágenes de la urbe contenidas en un poema de Blanca Wiethüchter. Fue hace 30 años que el público del Paraninfo de la UMSA quedaba asombrado con esta puerta que se abría para la música contemporánea universal.   

«Ha nacido un nuevo lenguaje», «Se trata de una de las composiciones más logradas que haya escrito un boliviano», «Hubo un shock comprensible en un auditorio no preparado o que no se esperaba esta prueba de originalidad y vuelo estético sonoro», describían los diarios locales de la época. Para 1980, Records International, California (EEUU), reseñaba: «La ciudad es una obra altamente sofisticada, totalmente única, e intensamente fascinante, que parece pertenecer a un mundo arcaico perdido».

30 años después de este estreno, hoy y mañana habrá la oportunidad de volver a escuchar la emblemática obra. A las 19.30, la OEIN subirá al escenario del Teatro Municipal para proponer nuevamente esta pieza, pero en un marco distinto: el aniversario de un proyecto que ya ha cosechado valiosos frutos.