Denuncias de manejos irregulares apuntan contra los responsables del stand boliviano en la Feria Mundial de Shanghai (China). Se espera que de tal evento surjan inversiones, que se haga negocios para beneficio del país. Pero, si se va a atender a los reclamos de los artesanos y productores de La Paz, que dicen sentirse engañados, el esfuerzo de haber llegado tan lejos se estaría desperdiciando.
En los documentos que se ha enviado a las autoridades de Gobierno, el Ministerio de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, para ser más precisos, se reclama que no siempre el stand está abierto en horario, que más parece un bar donde se negocia con cerveza, que las artesanías se venden a precios mucho mayores que los estipulados y que la diferencia de dinero está yendo a algún bolsillo no previsto…
Tan graves son las acusaciones que apuntan contra la persona nombrada por la Cancillería —de quien se dice que, incluso, llevó a sus hijos a trabajar en China, ganando sueldos todos ellos, en desmedro de otras personas contratadas para ello y luego despedidas sin dinero para el retorno—, que es imperativo que el Gobierno dé respuestas cuanto antes. Por lo pronto, la molestia entre los productores que confiaron en los beneficios de la cita en Shanghai es muy grande.