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Urupabol

Urupabol, este mecanismo subregional que integra a Bolivia con Paraguay y Uruguay fue establecido originalmente como un bloque operativo regional del Banco Interamericano de Desarrollo en 1963. Un renovado compromiso de los tres países con su relanzamiento permite ahora sí avizorar resultados promisorios.

Los tres gobiernos de estos países vecinos decidieron, en 1981, instituirlo como un ente propio, más allá del BID, aunque preservando la coordinación de las partes en los organismos internacionales de carácter financiero. No obstante, con amplios criterios de integración añadieron otros objetivos como son la promoción de las condiciones de navegabilidad de sus ríos, así como conciliar sus legislaciones sobre navegación y promover el mejoramiento o desarrollo de la infraestructura para el transporte y las telecomunicaciones así como «estudiar proyectos y realizar otras acciones de interés común».

Luego de un letargo de tres décadas, debido tanto a razones políticas como económicas atribuibles a autoridades de los tres Estados, los gobiernos han decidido relanzar Urupabol priorizando la integración física a través de una adecuada interconexión navegable por el río Paraguay, utilizando las áreas francas cerca de Asunción, Nueva Palmira y Montevideo, y añadiéndose ahora la posibilidad de construir un puerto de aguas profundas para naves de gran calado en La Paloma, departamento de Rocha, litoral marítimo uruguayo frente al océano Atlántico. Las crecientes exportaciones de la soya cruceña, así como la producción del Mutún, constituirán aportes importantes de la economía boliviana que justificarán en buena parte esos esfuerzos.

El otro objetivo fundamental de carácter estratégico lo constituye la integración energética mediante la exportación del gas boliviano a Paraguay y Uruguay a través un gasoducto que se extienda desde Tarija hacia los otros dos países así como la venta de excedentes de electricidad paraguaya a su vecino del sur. La propuesta para viabilizar este objetivo ha sido planteada por el Mandatario paraguayo al emir de Qatar Hamad bin Khalifa al Thani, en ocasión de su reciente visita de esta semana a Asunción; el impulso financiero y tecnológico de esa potencia petrolera a estos emprendimientos puede ser sustancial para materializarlos en el corto plazo.

Si bien hay cierto escepticismo en esferas de los tres países sobre los alcances y beneficios de este mecanismo de integración subregional, debido a un pasado decepcionante y sin logros, es indudable que, con proyectos efectivos y la expansión de la economía boliviana en el oriente de nuestro país, la utilización apropiada de la hidrovía Paraguay/Paraná es viable ahora. En esa dirección, los tres gobiernos deberán reunirse el próximo mes de noviembre para evaluar los avances y perspectivas de esa auspiciosa marcha integradora bajo una nueva dinámica. Para nuestros pueblos, la cabal finalidad de Urupabol entonces tendrá sentido.