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Morales y Costas

El único enemigo que debemos tener los bolivianos es la pobreza. Lo dijo el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, al compartir con el presidente Evo Morales la entrega de una carretera: la de Mataral-Vallegrande. El Primer Mandatario, a su vez, afirmó que unir los esfuerzos hará que el país mejore. 

No hay más que añadir a semejantes reconocimientos que lo que el país necesita no es violencia, recriminaciones, resentimientos. Lo que Bolivia exige es la presencia de líderes con la generosidad suficiente como para superar los enconos personales en bien de la sociedad, de los bolivianos.

Ya se aplaudió la predisposición del Presidente y el Gobernador de Santa Cruz la vez que se intercambiaron visitas. Se dijo que la señal era esperanzadora. Y luego sobrevinieron nuevas acusaciones que hicieron temer que los lindos gestos se queden en eso.

De pronto, las autoridades aparecen juntas, dialogando amistosamente y entonces se realimentan las esperanzas. Cautas, muy cautas; pero esperanzas al fin. Ojalá no haya motivos para un nuevo descontento.

Y también ojalá que similares actitudes se vean en todo el país. Basta de abrir heridas, de profundizar enconos mientras lo que quiere la población es obras y vencer a la miseria.