La reciente cita presidencial de los mandatarios de Bolivia y del Perú, además de reafirmar la tradicional amistad entre los dos países hermanos por la tradición, historia y geografía, ha actualizado y optimizado las opciones bolivianas para el uso del puerto de Ilo y de la Zonas Franca Industrial y Turística de Playa «Boliviamar» habilitadas ya en 1992 mediante el «Convenio Marco de Proyecto Binacional Gran Mariscal Andrés de Santa Cruz» para una integración entre Bolivia y Perú suscrito en el puerto de Ilo.
La actual suscripción del Acta de Ilo y del Protocolo Complementario y Ampliatorio a los Convenios de Ilo, conceden ahora al usuario boliviano la opción de gozar de propiedad privada sobre sus inversiones mediante disposiciones previstas en la que, la Zona Franca Industrial se perfecciona ahora adicionalmente como Zona Industrial y Económica especial (ZOFIE), en el marco del Tratado General de Integración y Cooperación Económica y Social para la conformación de un Mercado Común entre la República de Bolivia y la República del Perú (TGI), suscrito también en Ilo en agosto del 2004 y que mediante suscripción de notas de ratificación entró en vigencia en octubre del 2006.
Las innovaciones a los acuerdos de Ilo buscan enmendar algunos obstáculos que desalentaron la inversión privada boliviana anteriormente y ofrecen hoy una nueva oportunidad. Se reitera el acceso al puerto de Ilo mediante un punto permanente de atraque. Para lograr su modernización es necesario dotarlo de una mejor administración, que permita un uso competitivo de esas facilidades, considerando que el comercio boliviano necesita opciones alternativas, sobre todo cuando en Matarani y Arica se asociaron los mismos consorcios empresariales.
Otro singular avance significa que «el Perú autorizará la presencia de barcos de la Armada boliviana y les otorga derecho de navegación en el puerto de Ilo, a partir de la entrada en vigencia del presente Protocolo Complementario, para desarrollar actividades de investigación, cooperación e instrucción». Asimismo, se permitirá la «instalación de un Anexo de la Escuela Naval del Estado» boliviana conforme a un acuerdo de cooperación que deberán suscribir las Armadas de ambos países.
La Declaración reafirma el régimen jurídico de condominio de las aguas del lago Titicaca, así como los acuerdos bilaterales en el ámbito de la Autoridad Binacional Autónoma del lago Titicaca, río Desaguadero, lago Poopó y salar de Coipasa (ALT) y reitera el compromiso de los dos países para aprovechar el uso de dichos recursos única y exclusivamente en función de acuerdos bilaterales y dentro el marco de preservación del medio ambiente, asegurando el desarrollo local sostenible y excluyendo todo aprovechamiento o desvío unilateral de sus aguas. En ese marco se dan consideraciones y directivas sobre los ríos Suches y Mauri.
Ambos presidentes han decidido unir esfuerzos en dos emprendimientos viales: uno que vincule a Cobija y el Beni con Puerto Maldonado y otras localidades de la región de Madre de Dios, que demandará la construcción de un tramo asfaltado de sólo 80 kilómetros y el otro que es concluir la añeja aspiración de la carretera de La Paz-Collpa-Tacna.
El presidente García recordó que desde 1990 ha sostenido que el Perú no sería un obstáculo para lograr superar el enclaustramiento marítimo boliviano, y ahora, en la Declaración de Ilo ha estampado su nombre reconociendo que ese enclaustramiento constituye una situación que afecta las potencialidades de su desarrollo y que una visión solidaria de la integración entre ambos países contribuye a mejorar la cualidad marítima de Bolivia. No obstante, el mandatario peruano se ha referido a que, de manera independiente, la solución histórica sobre la materia corresponde a los gobiernos de Bolivia y Chile.
El presidente Evo Morales, al suscribir la Declaración, reiteró que «Bolivia va a retornar tarde o temprano con soberanía a las costas del Pacífico, porque es algo irrenunciable». Este encuentro presidencial es promisorio y complace a los habitantes de los países, además que compromete la gratitud de todos los bolivianos para con el Perú y con su presidente.