K de Kirchner
‘Éste es tu tiempo’, le dijo Néstor a su esposa... la afirmación cobra real vida recién ahora
Pero los mencionados son sólo resultados finales de una larga y trabajada carrera política, primero en Argentina y después en el vecindario. De la última década se saca en limpio el perfil de una figura que se ha construido en el pedregoso y largo sendero del peronismo en permanente transformación.
Un tramo al lado de otro hacen un líder con peso propio en la medida en que, más que abogado, fue un arquitecto del aparato de poder que puso su sello con decisiones las más de las veces polémicas, tanto en el asunto político como en el económico. No le faltó firmeza, personalidad y en más de una oportunidad agresividad. Ni opositores ni simpatizantes dudan de su rasgo: político de raza.
Un primer tema que esta partida dibuja como interrogante es la soledad de Cristina. Kirchner deja a su esposa con un Gobierno sólido en sectores estratégicos de la economía, aunque aún en conflicto con importantes sectores productivos; la deja en una conflictiva relación con la Corte Suprema, con fuerzas debilitadas en el Congreso y en un mal momento de convivencia con la Iglesia Católica; la deja con una lucha no definida aún contra los principales medios privados argentinos.
Era él, y no ella, quien controlaba la maquinaria política con el manejo complejo de piezas clave como los sindicatos. El impacto en el peronismo está aún por escribirse.
Un segundo tema es la incidencia en el movimiento político del continente y de forma particular en el acento que supo poner en la no del todo estudiada conformación del eje articulado por los gobiernos de Lula da Silva, Hugo Chávez, Evo Morales, Fernando Lugo, José Mujica y, en su momento, Michelle Bachellet. En este movimiento con más particularidades que coincidencias quedan pendientes no sólo sus perspectivas de integración lejos de EEUU, sino un ajedrez económico que no deja ver todas sus fichas.
En Argentina, la muerte de este líder, por sus matices ideológicos y por su músculo político, evoca partidas lloradas y mitificadas como las de Eva y Juan Perón. Los medios de comunicación argentinos e internacionales han hecho escuchar voces de la población que viven cercanamente la política de su país y que no se ahorran en emociones. «Perón, Evita y Néstor en el cielo y Cristina en la tierra» se leyó en un cartel, recordando así que Argentina tiene una historia que la mece entre la tragedia y el drama.
«Éste es tu tiempo», le dijo Néstor Kirchner a su esposa en su último acto como Presidente, antes de entregarle el relevo. La afirmación cobra real vida recién en estas últimas horas.