Inmundicias del Matadero
La figura del matadero como símbolo de barbarie es de larga data. Por ejemplo, el escritor argentino Esteban Echeverría supo aprovechar este espacio para ingresar magistralmente al mundo de las letras.
La figura del matadero como símbolo de barbarie es de larga data. Por ejemplo, el escritor argentino Esteban Echeverría supo aprovechar este espacio para ingresar magistralmente al mundo de las letras. Es que allí se conjugan los instintos más básicos del hombre: el hambre y la necesidad de echar mano a otras especies para la supervivencia. La manera en la que acontece este aquelarre es asimismo significativa.
En el mundo moderno son dos las principales motivaciones que impulsan la introducción permanente de innovaciones y mejoras en este tipo de establecimientos: la salud de la población y la creciente consciencia humana del sufrimiento de los animales. En el caso del matadero municipal paceño de Achachicala, tuvieron que pasar muchos años de inmundicia antes de que las autoridades sanitarias (Senasag) ordenasen su clausura, ante la alarmante falta de higiene en el faeno, izado de reses, manejo de los residuos y la eliminación de aguas servidas y sangre.
La supresión del contrato con la empresa administradora (Agromex) y el compromiso municipal de mejorar las áreas observadas dejaron sin efecto su cierre temporal. Resoluciones sanitarias importantes y esperadas, pero que de todas maneras ponen en evidencia la total falta de consideración de los paceños hacia los animales y la indiferencia de las autoridades ante la crueldad a la que son sometidos cotidianamente.