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Contrabando

Según declararon el Jefe Nacional del Comando Operativo Aduanero (COA) y la presidenta Ejecutiva de la Aduana, el plan para frenar el contrabando de combustibles será ejecutado en coordinación con las FFAA, la Agencia Nacional de Hidrocarburos, YPFB y el Ministerio de Energía e Hidrocarburos.

El jefe del COA reveló que se intervendrá en las poblaciones emblemáticas del contrabando en el occidente del país. Para el efecto será crucial el apoyo que les brindará, el Gobierno Municipal Autónomo de Escoma, cuyo Alcalde comprometió ambientes para el trabajo del COA. Escoma es el punto que conecta varias de las principales rutas del contrabando.

No es menor el reto que tiene la Aduana Nacional, eso es sabido de sobra; en los últimos años el contrabando si no ha recrudecido al menos ha tenido un crecimiento sostenido, y se han hecho más visibles las redes que alimentan el ilícito comercio.

El mayor problema aquí es que el grueso de la población de ciertos pueblos fronterizos en todo el país encubre y defiende a las mafias, habida cuenta que es el comercio de éstas y no el Estado o el aparato productivo propio el que sostiene la economía local.

El plan de la Aduana, ha revelado la presidenta de esa institución, viene acompañado de una explícita solicitud de más y mejor dotación para el COA. El combate con los traficantes a menudo tiene tintes bélicos, y siempre se señaló que el Comando aduanero era débil en efectivos y equipamiento.

Sin embargo, está también claro que solucionar el problema del contrabando requiere mucho más que control militar en las fronteras, intervención armada en poblaciones hostiles y patrullaje más riguroso. No sólo en las ciudades fronterizas sino también en prácticamente todas las demás, una parte significativa del empleo está concentrada en el sector llamado ‘informal’, que a su vez es cuasi sinónimo de comercio, el cual se nutre mayoritariamente del contrabando.

Ha sido precisamente ése el talón de Aquiles del Decreto 748, el costo de la medida recaía en ese grueso sector, y se llamó la atención sobre la necesidad de promover la creación de empleo en condiciones dignas para toda esa población, que en última instancia fue la que con mayor entusiasmo se movilizó contra el ‘decretazo’.

Erradicar el contrabando significa, pues, resolver en primera instancia las necesidades que el ilícito negocio, y no el Estado, está cubriendo.