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Seguridad privada

A simple vista parece una ironía, pero no lo es: el Director de la FELCC de La Paz, al brindar a un medio colega datos sobre los más recientes casos de atracos y hurtos, además de revelar que los malhechores han mejorado sus métodos de trabajo, contando ahora con la ayuda de especialistas en soldadura que facilitan el robo, recomendó a los dueños de joyerías y viviendas lujosas contar con alarmas y contratar servicios de seguridad privada.

La declaración del oficial de Policía es coherente con la realidad del país: los delincuentes han sobrepasado a la institución del orden en métodos y armamento, pero es inaceptable viniendo de la persona cuyo trabajo es, precisamente, combatir el crimen.

Aceptar que las personas deben contratar servicios privados de seguridad, que no son plenamente legales en el país, es reconocer que la Policía fracasó en su misión constitucional, y que el dinero que se entrega al Estado en calidad de impuestos, y que entre otras cosas sirve para sostener a la institución verde olivo, estará mejor empleado si se usa para contratar servicios privados.

Bien mirado, se nota que el jefe policial no se da cuenta que declaraciones como la que se comenta sólo sirven para profundizar el estado de anomia en el que vive la sociedad boliviana desde hace muchos años.