Vuelta a clases
Para mayor controversia, este martes se abre una nueva era de la enseñanza laica
A un día de la apertura de la gestión educativa 2011, las contrariedades son las mismas de siempre. La falta de presteza vuelve a poner en evidencia la incapacidad para acabar con las carencias de los establecimientos educativos, entre otras razones, debido a la impericia reinante donde más se necesita idoneidad y disposición: en los gobiernos nacional, departamentales y municipales.
Se ha hecho habitual que la última semana de las vacaciones se trabaje a marcha forzada en la reparación de las escuelas y colegios (en La Paz, incluso, a última hora se detectaron riesgos de deslizamientos); con esa improvisación, nunca se llega a cubrir en su totalidad la falta de puertas, ventanas, baños, bancos y hasta cursos. Que ningún padre de familia se sorprenda si mañana se encuentra con goteras y humedad en las aulas; esto también es parte de la costumbre nacional de desconsiderar a nuestros niños y adolescentes desde el primer día de clases.
Qué pena que estos detalles tan importantes no hayan sido subsanados ni siquiera el año en que se debe estrenar la Ley Siñani-Pérez, con retos de tipo administrativo, por las nuevas responsabilidades de los gobiernos departamentales, locales e indígena originario campesinos, y otros que hacen a la esencia misma de la educación: la obligatoriedad del nivel inicial, la formación de bachilleres técnico humanísticos, la creación de centros integrales multidisciplinarios o la regionalización de los currículos tomando en cuenta la diversidad cultural del país.
Las implicancias del nuevo Sistema Educativo Plurinacional, basado en una educación «descolonizadora, liberadora, revolucionaria, antiimperialista, despatriarcalizadora y transformadora de las estructuras económicas y sociales…», son, por ahora, un misterio. Para mayor controversia (ningún cambio, de todos modos, tiene aceptación plena), este martes se abre una nueva era de la enseñanza laica. De los maestros, el presidente Morales, antes de promulgar la ley, dijo que serán los «soldados de la liberación del pueblo boliviano».
Sin duda que la vuelta a clases al cabo de estas reducidas vacaciones tiene un condimento diferente, al menos en cuanto a la visión de los maestros que trabajarán presionados por la influencia de una línea maestra, en la letra, revolucionaria. Lo que no cambian son las carencias de infraestructura, mobiliario y equipamiento no resueltas, tampoco, este año.