Fracasó debido a su escasa convocatoria, ya que, por una parte, la práctica privada de la medicina nunca se adhiere a estas medidas y, por otra, porque seguramente la advertencia de la Ministra de Salud a los médicos del sistema público de salud de realizar descuentos a quienes no trabajen disuadió a muchos, como pudo constatar este medio ayer en el Hospital de Clínicas de Miraflores. De parte de los pacientes, es difícil imaginar que den su apoyo a medidas que los afectan. Además fue innecesario, pues las razones esgrimidas por el CMB para convocar a los galenos a desatender su misión de curar enfermos y salvar vidas no ameritaban una medida tan drástica.
Por una parte, se oponen como otros sectores a la Ley del Seguro Universal de Salud que, pese a las razonables dudas e incertidumbres que provoca, es una disposición constitucional, por tanto ineludible. La segunda razón, y la principal, por la que el CMB convocó al paro de ayer es la existencia de un proyecto de ley para normar la práctica de la medicina en Bolivia, en el que pierde el mandato de administrar el registro nacional de médicos, requisito imprescindible para la práctica de esa profesión en el país. La Ministra de Salud explicó que dicho proyecto de ley no ha sido difundido, por lo que la actitud de los médicos es, cuando menos, apresurada. Por su parte, el presidente del Colegio Médico de La Paz reconoció que aún no han tenido conversaciones al respecto con las autoridades, lo que delata las prisas con que se tomó la decisión.
De acuerdo con la poca información disponible respecto del mencionado proyecto de ley, el registro de profesionales no desaparecería, sino que dejaría de estar a cargo de una institución de derecho privado, el CMB, para ser administrado, como corresponde, por el Estado. Idéntica situación se vivió cuando el registro de abogados dejó de estar en manos de su respectivo colegio profesional. Y sobre estos antecedentes, es fácil imaginar que otros colegios también serán puestos en crisis al perder el monopolio de la práctica profesional.
Precisamente por actitudes como la que se muestra con la decisión de suspender la atención médica, vulnerando los derechos a la salud y a la vida de las personas, y por el hecho de que en el fondo lo que se persigue no es el beneficio del total de médicos profesionales del país sino de unas pocas élites que administran sus colegios profesionales, medidas como la de ayer no deben repetirse más.