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Aprender de la tragedia

Entonces el énfasis de la campaña municipal fue puesto en la necesidad de poner la basura en su lugar, pues se había demostrado que la insensata actitud de echar desperdicios en cualquier lugar provoca el taponamiento de los desagües y el alcantarillado pluvial. Durante algunos años, fue evidente que el mensaje había llegado a su destinatario.

Pero lo que interesa ahora no es solo recordar que la población paceña fue capaz de cambiar sus hábitos a partir del recuerdo de un gran dolor colectivo, sino sobre todo hacer énfasis en que ese dolor compartido por las personas fue el elemento motivador detrás de los mensajes educativos que transmitía el municipio.

Este año nuevamente la tragedia, habitual en la ciudad cada año durante la temporada de lluvia, ha adquirido proporciones mayúsculas, y si bien no se ha lamentado la muerte de personas, miles de familias han perdido sus viviendas y casi todo lo que tenían dentro de ellas al caerse la mitad de uno de los cerros de la ciudad. La solidaridad se ha sentido rápidamente, lo que revela que la población paceña es altamente sensible al dolor ajeno, y que reacciona en esa medida.

Es por ello que el Gobierno Municipal y otras instituciones, incluidos los medios de comunicación, deben recuperar las lecciones aprendidas el 2002, y aprovechar la coyuntura actual, de alta sensibilidad social, para transmitir mensajes educativos que probablemente serán mejor recibidos que en otras ocasiones.

Nos referimos, por ejemplo, a la importancia de asegurarse de que el terreno en el que se edifica una vivienda sea apto para dicho uso; y ésta es tarea de las autoridades municipales, que autorizan las obras de construcción, pero también de las personas interesadas, pues a la hora de la desgracia no es ni el funcionario municipal ni el constructor quien pierde su vivienda.

Asimismo, la escasez de agua, provocada por efecto del deslizamiento que rompió una tubería principal, debe ser el mejor motivo para señalar, una y otra vez, la importancia de cuidar el agua. Quienes hoy deben racionar su consumo del líquido elemento están aprendiendo una valiosa lección, que ojalá no sea olvidada cuando el servicio vuelva a la normalidad.

Es, pues, importante que tanto autoridades como sociedad hagan un esfuerzo para aprender de la tragedia, pues de otro modo toda la población estará condenada a repetir episódicamente situaciones de dolor que se agravan por no hacer lo correcto a tiempo.