Hacia el mar
Puede ser el inicio de un nuevo tiempo en la historia de la reivindicación marítima
En efecto, luego de anunciar que Bolivia acudirá a la justicia internacional para denunciar el Tratado de 1904, el Presidente del Estado ha iniciado una intensa búsqueda de adhesiones, que no hicieron sino multiplicarse desde el momento mismo del discurso por el Día del Mar, y entre ellas se contaron desde el primer momento las de los ex mandatarios.
Así, en la reunión del lunes 11 de abril, el Presidente pidió conformar un Consejo Consultivo ad honorem cuyos miembros serán cinco ex gobernantes: Guido Vildoso, Jaime Paz, Tuto Quiroga, Carlos Mesa y Eduardo Rodríguez. Lydia Gueiler, también convocada, lamentó tener que declinar su participación por razones de salud.
En su discurso a nombre del grupo, al concluir la cita, Jaime Paz Zamora informó que él y sus homólogos serán parte activa de la definición de la política de Estado, lo que permitirá mostrar un «país más sólido, más coherente». Asimismo, pidió acompañar la demanda ante la justicia internacional con una actitud libre de agresividad, en señal de adhesión a los valores de la justicia.
En la misma línea, Carlos Mesa destacó que con la reunión y su resultado el país da una señal al mundo y demuestra que «aquí también hacemos política de Estado». Y su colega Tuto Quiroga añadió que ellos aportarán ideas y experiencia, pero que el Gobierno ejecutará las tareas necesarias.
Considerando que la decisión de acudir a un tribunal internacional constituye un cambio radical en el paradigma que dominó la discusión con Chile en torno a la demanda de soberanía marítima boliviana, pasando del escenario bilateral al multilateral, es coherente que también se transforme el relacionamiento entre quienes administran y administraron el poder político, muy por encima de sus diferencias ideológicas.
De hecho, en Chile ese tipo de reuniones no es desconocido, pues los mandatarios anteriores a Sebastián Piñera en ocasiones convocaron a sus antecesores para definir o profundizar políticas de Estado en torno a diversos aspectos de la vida de ese país. La diferencia está en que, en el caso chileno, los ex gobernantes eran todos de la misma línea ideológica.
Estamos, pues, ante lo que puede ser el inicio de un nuevo tiempo en la historia de la reivindicación marítima, cuyos resultados son casi imposibles prever en este momento, pero que implicarán algunos cambios de mentalidad y actitud durante el proceso. Esperemos que esta vez no acabe en frustración.