Diversidad y respeto
La identidad sexual diferente es una de las principales causas de discriminación
La homofobia es entendida como el rechazo o aversión, odio, prejuicio o discriminación, contra hombres o mujeres homosexuales, y por extensión contra personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo. Si bien se habla cada día más de la homosexualidad y hasta parece ser aceptada en los discursos mediáticos, en la vida cotidiana la homofobia, en sus múltiples manifestaciones, goza de buena salud.
En efecto, en Bolivia, por ejemplo, la Constitución Política del Estado garantiza la igualdad de derechos de las personas con diversa identidad sexual y de género (que no son lo mismo), la Ley 045 penaliza las manifestaciones de discriminación y violencia contra este grupo de la sociedad, y el Gobierno Municipal de La Paz se sumó desde el 2009 a la celebración del Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia; sin embargo, abundan los testimonios de personas homosexuales, bisexuales, transexuales y transgénero que dan cuenta de la persistencia de la aversión social hacia su identidad. Además, estudios de la Defensoría del Pueblo revelan que la población boliviana reconoce que la identidad sexual diferente es una de las principales causas de discriminación.
Está visto, pues, que la existencia de un marco normativo favorable a la eliminación de las actitudes discriminatorias no es suficiente si la sociedad toda no asume como propio el objetivo que las leyes persiguen. Esa es la razón por la cual los grupos de activistas impulsan fechas como la celebrada ayer, pues aún estamos, como sociedad, en la fase de reconocer la existencia de los colectivos gay lesbiana bisexual trans (GLBT), lo cual es apenas el primer paso en el camino de lograr su plena aceptación y, sobre todo, el debido respeto que merecen.
Si en lo normativo se han dado pasos importantes, y los grupos interesados hacen permanentes esfuerzos por mantener el debate sobre la temática siempre presente en la esfera pública, cabe esperar un, así sea lento, cambio en la sociedad. Adherir a la causa del reconocimiento y respeto de la diversidad, en general, y de las diferentes manifestaciones sexuales y de género, en particular, es por eso también una forma de profundizar la democracia.
Queda, pues, de la celebración de ayer, la constancia de que la homofobia es un mal de la sociedad boliviana que debe ser erradicado, pero sobre todo, que las tareas pendientes para lograrlo son todavía muchas.