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Autos robados

Dos reportajes elaborados por medios de comunicación vecinos concluyen que los vehículos robados en sus países pueden ser introducidos y legalizados en Bolivia sin dificultad. La red O Globo de Brasil, por medio de un dispositivo de posicionamiento global (GPS), siguió a un Volkswagen Gol, modelo 2011, que fue robado en Río de Janeiro, entró al país por Puerto Suárez, pasó por Sucre, Potosí, Oruro, hasta llegar a manos de un mayor de Policía en La Paz, quien tramitaba su legalización. Por su lado, la Televisión Nacional de Chile siguió a un vehículo sustraído en Antofagasta, que arribó hasta Uyuni (Potosí), ante la vista y paciencia de la Policía Regional, que opuso trabas para su recuperación. Los periodistas también documentaron la venta de placas originales, a $us 100, para los autos ilegales que necesitaban salir de la población de Challapata, donde circulaban libremente con el distintivo chileno.

Estas prácticas ilícitas —que socavan el esfuerzo de miles de ciudadanos para conseguir un vehículo propio, erosionan la lucha contra el contrabando, mellan la dignidad del país y promueven mafias criminales vinculadas con el narcotráfico— deberían ser tomadas en consideración a tiempo de decidir nuevas amnistías para la nacionalización de vehículos indocumentados.