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Un santuario animal

En el Parque Machía (Chapare), voluntarios de diferentes partes del mundo permiten que decenas de animales silvestres, alguna vez explotados como mascotas o en otras actividades humanas, tengan una nueva oportunidad; ya sea para reinsertarse a su hábitat original, o al menos disfrutar sus últimos días.

Han pasado 20 años desde que este santuario animal comenzó como un sueño. Durante este lapso, el parque atravesó por momentos difíciles, ocasionados por otrora deficientes gestiones, pero también por ambiciones externas, el caso por ejemplo de su difícil y doloroso traslado  por la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Sin embargo, el profundo amor de sus gestores y voluntarios hacia la naturaleza les ha permitido no sólo permanecer en la lucha y superar estas dificultades, sino también configurar un albergue de excelencia, todo un referente para el cuidado de los animales a nivel nacional e internacional.

Por todo ello, cabe no sólo celebrar la existencia de este parque, que se erige como una esperanza para todos aquellos animales silvestres víctimas de personas inescrupulosas que piensan solo en su propio beneficio, sino también velar para que continúe mejorando y creciendo, sin la interferencia de intereses ajenos que puedan entorpecer su importante labor.