Crisis europea
Grecia se encuentra de nuevo al borde del colapso financiero, y sus socios le han exigido la implementación de un nuevo plan de ajustes y privatizaciones para recibir el quinto tramo (12.000 millones de euros) del rescate aprobado en el 2010.
Grecia se encuentra de nuevo al borde del colapso financiero, y sus socios le han exigido la implementación de un nuevo plan de ajustes y privatizaciones para recibir el quinto tramo (12.000 millones de euros) del rescate aprobado en el 2010. A pesar de la masiva protesta e indignación de la población griega ante estas nuevas restricciones, que prometen afectar aún más su deteriorada economía doméstica, el martes, el Primer Ministro heleno obtuvo una moción de confianza del Parlamento que le permite implementar el doloroso e impopular plan.
De todas maneras, el panorama se vislumbra gris no sólo para los helenos sino también para gran parte de Europa. Pues, además de Grecia, Irlanda y Portugal, cuya capacidad de recuperación es puesta a prueba cada día, después de España, países como Italia y Bélgica, que se consideraban a salvo de las turbulencias de los mercados, siguen engrosando la lista de los «indignados».
Complicando aún más el panorama, las exigencias de ajuste fiscal y el coste de los créditos que reciben los países rescatados actúan como un difícil obstáculo para las economías afectadas. Por todo ello, no resulta sorprendente el escepticismo de los británicos y finlandeses que han profetizado que los planes de rescate para Irlanda y Portugal también fracasarán.