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Certificación verde

Se trata de indígenas chimanes, mosetenes y tacanas-quechuas que si bien están inmersos hace ya varios años en el mundo del turismo, no estaban seguros de poder aprobar el programa, por sus elevadas exigencias; sin embargo, Gianmarco Fiori, coordinador del proyecto de Desarrollo Integrado y Conservación en la Amazonía Boliviana, responsable de llevar a cabo esta certificación con el auspicio de Usaid, logró convencerlos, al explicarles los beneficios implícitos no sólo detrás de este certificado de sostenibilidad, sino también de los contenidos y talleres integrados en el curso.

En efecto, además de ingresar dentro de una red con más de 2.000 operadores de turismo en todo el mundo, que ofrecen sus servicios a personas de alto poder adquisitivo, los indígenas recibieron capacitación en tres prácticas claves para el ámbito turístico: medioambientales, económico-empresariales y socioculturales.

En primer lugar, el programa les enseñó a valorar la importancia de los recursos humanos. Después de comprender que la capacitación y motivación permanentes del personal son la mejor manera de asegurar el éxito y el crecimiento de cualquier emprendimiento, pues los recursos humanos son la parte más importante de toda empresa, los operadores de Rurrenabaque aprendieron cómo mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores y de sus propias familias; afectando positivamente el entorno social. 

También aprendieron a manejar con mayor propiedad los servicios que brindan; se les enseñó cómo acceder a mercados internacionales, llevar correctamente sus cuentas, disminuir los costos de operación y otras prácticas empresariales para que puedan diferenciarse de las empresas que no están certificadas; añadido que asimismo opera un sentimiento positivo de orgullo y pertenencia.

Por último, el curso les enseñó a manejar correctamente los residuos y la basura que se genera con el turismo. Además de ayudar a preservar los recursos naturales, que son en definitiva el medio de subsistencia de sus familias y pueblos, este tipo de prácticas permite asimismo ahorrar recursos, por cuanto promueven una visión de eficiencia en toda la cadena productiva, bajo tres principios básicos conocidos en el mundo empresarial como 3Rs (reducir, re-usar y reciclar).

Encomiable labor que debería ser reproducida para preservar la naturaleza y promover el desarrollo en diferentes regiones del país.