Un fenómeno mundial
En las principales capitales del planeta, hoy jueves se empezó a proyectar la octava y última película de la saga de Harry Potter. Se trata de un fenómeno cultural de gran relevancia, no sólo por su alcance mundial sino también por los sentidos e implicancias detrás de esta historia.
En las principales capitales del planeta, hoy jueves se empezó a proyectar la octava y última película de la saga de Harry Potter. Se trata de un fenómeno cultural de gran relevancia, no sólo por su alcance mundial sino también por los sentidos e implicancias detrás de esta historia. Por una parte, las aventuras de este grupo de niños que aprenden a vivir la magia en una escuela para brujos, relatadas a través de un lenguaje claro, sencillo, pero con mucha plasticidad, susceptible de despertar la imaginación y de mantener en vilo al lector, ha generado un primer fenómeno cultural de mucho valor: la revitalización del habito de la lectura entre millones de niños, jóvenes y adolescentes, que descubrieron el goce estético y la magia de la literatura. Por otra parte, el desafío de recrear este mundo maravilloso en la pantalla grande, atrayendo a millones de espectadores, revitalizó en gran medida la relevancia del cine cuando de narrar historias fantásticas se trata.
Finalmente, el hecho de que una mujer desempleada, obligada a recurrir al Estado para poder mantenerse y cuidar a su pequeña hija, se haya convertido en una de las personas más ricas e influyentes del mundo gracias a esta magistral obra, revitalizó el oficio de escribir, entre artistas que muchas veces desfallecen ante las dificultades que implica vivir del arte.