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Sistema universitario

El sistema universitario, público y privado, desempeña una función esencial dentro de la sociedad. Las casas de estudio tienen la importante responsabilidad de formar adecuadamente a los ciudadanos, promoviendo y transmitiendo ciencia, técnica y cultura; también deben generar y difundir conocimiento por medio de investigaciones.

Entre los principios expresados tanto en las leyes nacionales como en los reglamentos universitarios, además de las funciones señaladas anteriormente, figuran la búsqueda del conocimiento, la difusión del saber con proyección social y la resolución efectiva de las necesidades e intereses del país.

Si bien es cierto que varias carreras universitarias han promovido el desarrollo de éstos y otros ámbitos, y a la vez han logrado alcanzar muchos de los objetivos que se han trazado y se les ha encomendado, todavía queda no solamente mucho por hacer, sino sobre todo mucho por mejorar. Diferentes evaluaciones y la misma percepción ciudadana dan cuenta de que en el actual sistema universitario, con honrosas excepciones, existen dificultades y carencias considerables en aspectos relacionados con la eficiencia, equidad y desempeño.

En este sentido, la elaboración de un reglamento que norme el funcionamiento de las universidades privadas, tomando en consideración aspectos de infraestructura y de calidad académica, es más que deseable. Sin embargo, resulta imprescindible que esta norma se enmarque dentro de un espíritu de excelencia y equidad, pensando siempre en mayores oportunidades para los jóvenes durante el tiempo de estudio, pero también al momento de insertarse en el mercado laboral. Excelencia académica y pertinencia laboral que se deben buscar no sólo en el ámbito privado, sino también en las universidades públicas.

En efecto, no nos podemos dar el lujo de olvidar que el progreso y el crecimiento dependen de la capacidad y el potenciamiento de los recursos humanos, y que el país tiene la imperiosa necesidad de promover instituciones educativas que contribuyan al desarrollo nacional, que produzcan investigación relevante a sus necesidades locales y participen en el fortalecimiento de la sociedad civil. En este sentido, resulta fundamental concebir y hacer del sistema universitario, privado y público, una institución estratégica, que reflexione y dé respuestas a los desafíos de un mundo cada vez más exigente en cuanto a calidad, pertinencia y competitividad profesional.