Esperanzador milagro
Este evento ha sido calificado, por propios y extraños, como un milagro
En efecto, el hecho de que este hombre haya salido en buenas condiciones luego de un accidente de tal magnitud, que dejó literalmente destrozado al avión siniestrado de la línea Aerocon, y acabó con la vida de todos los demás pasajeros, bien puede calificarse como un milagro, tal y como lo comprendieron el propio Vidal y su familia. La providencia quiso que ninguno de sus órganos vitales o extremidades se vean comprometidos durante el impacto, y que ninguna de sus heridas comprometiese a alguna arteria, aspectos fundamentales que le permitieron permanecer con vida durante más de dos días, en medio de la selva, herido, solo y sin comida.
Su primer gesto inmediatamente después de ser encontrado, de rodillas y con las manos dirigidas hacia el cielo, dándole gracias a Dios por su rescate, dan cuenta de la fe y del valor de este hombre, que no llegó a perder nunca el ánimo pese a las circunstancias adversas. Las palabras de su hermana menor, luego de enterarse de su rescate, son igualmente reveladoras de esta misma confianza, al interpretar este hecho como «un verdadero milagro que Dios ha obrado» para su gloria, y es que el Señor es «galardonador de los que le buscan». Desde que se enteraron del accidente, su familia no cesó de orar por la vida de Vidal, confianza que ciertamente fue correspondida.
Ahora bien, sin la intención de desmerecer la importante labor desempeñada por las Fuerzas Armadas y miembros de la Fuerza Naval —que no escatimaron esfuerzos ni recursos para, primero, encontrar el avión siniestrado; después, recuperar los cuerpos de los pasajeros y, finalmente, rescatar a Vidal tras encontrar señas de su sobrevivencia—, llama fuertemente la atención la forma en la que fue trasladado durante el rescate.
Según muestran las imágenes registradas por los canales de televisión, se lo ve caminando en medio de la selva rodeado por los rescatistas, cuando la lógica y los procedimientos de seguridad mandan que se lo inmovilice para evitar mayores daños que pudiesen comprometer su columna, pero también para prevenir cualquier tropiezo, que en estos casos podría resultar fatal. También llama la atención que el sobreviviente haya tenido que arribar a un centro de salud para que recién la profunda herida de su cabeza fuese vendada, ¿qué acaso los rescatistas no cuentan con la capacitación y los medios necesarios como para atender este tipo de incidentes de manera inmediata?