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La Llajta en su día

En efecto, Cochabamba, según datos de sus autoridades, se precia de ser uno de los departamentos con mayor Índice de Desarrollo Humano (estimado en 0.803 en el 2009) y de tener en su capital menos personas viviendo por debajo de la línea de pobreza en comparación con las otras ocho ciudades capitales.

Asimismo, en Cochabamba se precian de tener servicios básicos, exceptuando agua y alcantarillado, de buena calidad en comparación con el resto del país. La distribución de agua potable sí es un problema de proporciones mayores, que desafortunadamente no tiene perspectivas de ser resuelto en el corto plazo, a pesar de haber pasado más de una década desde la Guerra del Agua que en el 2000 obligó  a romper el contrato con la transnacional que se haría cargo del proyecto, porque las condiciones en que lo haría eran inaceptables para el grueso de la población.

Pero al margen de estos indicadores, que dan cuenta de la situación en Cercado, el municipio capital, el departamento puede preciarse de su privilegiada situación geográfica, pues al ser el centro geográfico del país está literalmente cerca de todos los demás departamentos y, en el caso boliviano, las principales rutas carreteras internacionales también atraviesan su territorio; no es casual, pues, que la sede del Parlamento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se vaya a construir precisamente ahí.

Asimismo, un otro elemento central en la formación de la identidad y el orgullo cochabambino está en su condición de «capital de los valles» de Bolivia, con alturas promedio de 2.500 metros sobre el nivel del mar, temperaturas subtropicales y tierras particularmente fértiles, todavía hoy conserva su potencial de «granero» de Bolivia, con posibilidades de mejorar gracias a las políticas de fomento de la producción agrícola que se están implementando en el país.

Finalmente, Cochabamba también se puede preciar de ser uno de los departamentos que más políticos y personalidades notables ha dado a la historia boliviana. Baste con señalar, por ejemplo, que el Vicepresidente del Estado nació en esa capital y que el Presidente forjó su carrera política en el trópico cochabambino.

Hay, pues, motivos para celebrar los 201 años de la gesta libertaria de Cochabamba, pero sobre todo, lo que ese departamento representa para sus habitantes y para el resto de Bolivia, pues por sus características es, literalmente, central en el presente y futuro del país.