Voto rural
El potencial electoral del Presidente es mayor en el área rural que en las ciudades.
Se trata de la primera encuesta que se difunde en mucho tiempo que no reduce la opinión de la población boliviana a la expresada por una muestra de las ciudades “del eje”: La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, sino que según los datos divulgados por Ipsos Apoyo Opinión y Mercado, la empresa encuestadora, se incluyó a la población urbana y rural de los nueve departamentos del país.
El estudio da cuenta de que la aprobación en el área rural del país es de 66%, la desaprobación es de 31% y los indecisos suman 3%. El área rural de Cochabamba se muestra como uno de los principales bastiones del gobierno de Morales, con el 78% de aprobación; mientras que La Paz, Oruro y Beni dan cuenta de un 73%, diez puntos por encima del apoyo en el área rural de Santa Cruz (63%). Chuquisaca y Tarija reportan menos aprobación a la gestión presidencial en sus áreas rurales, 37% y 27%, respectivamente, en tanto que la mayor aprobación en áreas urbanas está en Pando (69%), La Paz (49%), Beni (46%) y Oruro (45%).
Considerando las críticas que desde las ciencias sociales se le han hecho al método de la encuesta, es difícil dar plena credibilidad a sus resultados, particularmente cuando se observa que en algunos casos, como en la encuesta que se comenta, hay muestras inferiores a los 30 casos. Sin embargo, también tienen la indiscutible validez de mostrar un estado de situación “aquí y ahora” de los climas de opinión pública; así, en este caso se obtiene la confirmación empírica de lo que siempre se ha sostenido en torno al potencial electoral del Primer Mandatario: que es más sólido en el área rural que en la urbana.
No resulta difícil imaginar por qué, pues en ese ámbito es en el que se evidencia y reconoce de mejor manera el trabajo del Jefe del Estado, que no sólo prioriza el apoyo gubernamental a los proyectos de pequeños municipios y organizaciones indígena originario campesinas, sino que también se preocupa de llegar hasta allí y compartir con gente que tal vez nunca ha recibido la visita de una alta autoridad del Estado.
Hay, pues, algo que especialistas en marketing político y asesores políticos tienden a olvidar, cuando no menospreciar, y es la importancia de la población rural, no sólo como potenciales votantes, sino ante todo como personas, dotadas de inteligencia y emociones, así como de necesidades y ambiciones. Mientras la clase política siga siendo incapaz de reconocerlo, el presidente Morales seguirá siendo el único referente válido para esa población.