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Papa de cada día

Días atrás, el Gobierno aprobó un decreto que prohíbe importar papa. Según la Ministra de Desarrollo, la norma aplica una salvaguarda excepcional y temporal para la importación de partidas arancelarias de papas frescas, refrigeradas, preparadas o conservadas hasta agosto de este año; y agregó que la decisión se basa en el hecho de que los productores del tubérculo en Bolivia han asegurado para este año una producción suficiente para cubrir la demanda interna, incluyendo los requerimientos de industrias alimenticias que ofertan papa en diferentes presentaciones.

La medida, que puede ser interpretada, por un lado, como muestra de los avances en materia de seguridad alimentaria, pues el país ya es autosuficiente en este ingrediente básico en la cocina nacional, y por otro, como muestra de soberanía alimentaria, en la medida en que se desea evitar la competencia de productores extranjeros, que en el peor de los casos desincentiva la producción nacional, ha sido resistida por propietarios de establecimientos de comida rápida, quienes aseguran que el producto peruano es más barato.

Se trata de una medida que podrá afectar en el corto plazo a un pequeño grupo: quienes comercian con la papa importada, pero en el mediano y largo plazo sólo puede favorecer la producción nacional.