La flauta mágica
En las composiciones de Mozart todo está en perfecta armonía, cada nota, cada frase musical
Si preguntásemos cuál es el mejor compositor de música clásica de todos los tiempos, podríamos asegurar que muchos responderían: Ludwing van Beethoveen. Es muy probable que casi todos hayamos escuchado el cuarto movimiento de la Novena Sinfonía, basado en la Oda a la Alegría; el primer movimiento de la Quinta Sinfonía o la inmortal sonata Para Elisa, por lo que no sería un error calificar al compositor alemán como el mejor músico de todos los tiempos.
¿Dónde entonces queda Mozart? Wolfgang Amadeus Mozart no está primero, ni segundo, simplemente porque Mozart es único, incomparable. Se cuenta que el compositor italiano Antonio Salieri, de quien se especuló habría envenenado a Mozart, cuando escuchó por primera vez la Serenata Nº 13, más conocida como Pequeña Serenata Nocturna, habría expresado: Es una música celestial y ello es una prueba de que Dios envió a Mozart para castigarme por mi soberbia.
Mozart fue católico, como lo destacara el papa Benedicto XVI: “En Mozart, todo está en perfecta armonía, cada nota, cada frase musical; es así y no podría ser de otra manera; incluso los opuestos quedan reconciliados en la serenidad mozartiana que todo lo envuelve, en cada momento. Es un don de la Gracia de Dios, pero es también el fruto de la fe viva de Mozart que, especialmente en la música sacra, logra reflejar la respuesta luminosa del Amor divino, que da esperanza, incluso cuando la vida humana es lacerada por el sufrimiento y la muerte”.
Aunque no siempre se ha dado a conocer, junto a su profundo catolicismo, Mozart fue un masón practicante, aspecto que se trasluce en el contenido de su famosa ópera popular La Flauta Mágica. La composición de Mozart presenta de manera abierta el simbolismo masónico e incluso, para aquellos espectadores con ciertos conocimientos de la institución originada en el arquitecto del Templo de Salomón, se pueden ver en ella los secretos del ritual iniciático de la Francmasonería; solamente a manera de ejemplo anotemos que en la obra el interrogatorio (antes del ingreso al templo) es realizado a ciegas.
Por otra parte, cabe recordar que una de las últimas obras del compositor austriaco fue la Pequeña Cantata Masónica, presentada y dirigida por Mozart en ocasión de la inauguración de un nuevo templo masónico. Probablemente esta adscripción a la masonería y su religiosidad católica hoy pueden parecer algo contradictorias, pero cabe destacar que el alejamiento entre la Iglesia Católica y la Francmasonería se produjo después de la muerte del genial músico.