¿Ciudades inteligentes?
La tecnología, la política y la educación son esenciales para la construcción de ciudades inteligentes
Como ya es sabido, las ciudades inteligentes actualmente están siendo concebidas esencialmente para el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes. De una población de 7.000 millones que habitan en las urbes del planeta, se proyecta —para 2050— un incremento de 20 megaciudades. Hoy, sin embargo, América Latina concentra algunas de las áreas metropolitanas más pobladas del mundo, tal es el caso de México, Sao Paulo, Buenos Aires y otras. Es por ello que en los últimos años se ha comenzado a estudiar seriamente esa realidad indiscutible, barajando nuevos conceptos urbanos que promuevan el aprovechamiento de los avances tecnológicos para convertir a las ciudades en más habitables y eficientes en el uso de sus recursos, además de sostenibles. ¿Y cómo lograr aquello?
Algunas de esas urbes han comenzado a preocuparse y han coincidido en que la tecnología, la política y la educación son las variables clave en nuestros países para la construcción de una ciudad inteligente. Las diversas propuestas reafirman la implantación de redes eléctricas inteligentes, para que los motorizados usen energía renovable y puedan recargarse en distintos lugares, lo que facilitará el autoconsumo energético.
Una segunda cualidad se refiere a la mejora de la información y la gestión de datos, y para ello las nuevas tecnologías podrán elevar las prestaciones de servicios urbanos, con el consiguiente ahorro de tiempo, dinero y energía. De igual forma, se ha incluido el tema de las redes de transporte cuyo medio de información (tanto a los gestores como a los ciudadanos) permitirá un mejor control del tráfico urbano.
Así, éstas y otras ramificaciones del uso de la tecnología representan adelantos, como los edificios inteligentes que funcionan hace años en ciertos países. La particularidad actual es que se implementarán en urbanizaciones cuyas instalaciones de calefacción, agua, electricidad, riego y demás —si bien hoy son gestionadas de forma independiente— en el futuro operarán como organismos vivos y podrán responder rápidamente a su buen funcionamiento, protección de los ciudadanos y ahorro de recursos.
Sin embargo, como en todo, existe una contraparte que afirma que esta no es la solución a los problemas actuales de las urbes; aunque reconoce que una cosa es una ciudad de 2 millones de habitantes y otra muy distinta una de 10 millones o más. En la actualidad, centros de desarrollo tecnológico están estudiando el nuevo sistema, por ejemplo en Ámsterdam, Yokohama, Shenyang (China), Lavasa (India).
Cabe preguntarse: ¿cuál será la cantidad de población de La Paz en 2050? Sin duda, para afrontar ese reto, las nuevas tecnologías ofrecen y seguirán ofreciendo ventajas al ciudadano tanto en la calidad de vida como en el medio ambiente. Empero, no se debe olvidar que aún con eficiencia y previsiones, la ciudad sigue siendo el lugar más atractivo para la realización de los sueños, pues siempre da cabida a lo inesperado.