Icono del sitio La Razón

Centenario de Cerruto

El martes se recordó un siglo del nacimiento de Óscar Cerruto, uno de los principales artífices de la literatura boliviana del siglo XX, según coinciden propios y extraños vinculados al mundo de las letras nacionales. Como pocos, Cerruto ensayó diferentes géneros con igual maestría, lo que le valió no sólo elogios, sino también innumerables seguidores.

A los 22 años publicó su primera novela, Aluvión de fuego (1937). Obra que si bien no logra sortear los vicios de la novela social típica de la época (la historia se centra en el sacrificio del protagonista que decide renunciar a su alcurnia y morir junto a los desposeídos, para dar lugar al nacimiento de una nueva sociedad), ya manifestaba rasgos de la genialidad de Cerruto, que posteriormente se consolidaría en sus cuentos y poemas.

En efecto, la publicación en 1958 de Cerco de penumbras representa un punto de inflexión dentro de la producción artística nacional, en tanto sus relatos logran trascender el estado de letargo en el que se encontraba la literatura boliviana por aquel entonces, resultado de su apego a la realidad y la preponderancia del contenido por encima de la forma.

Su poesía, que se inicia un año antes con Cifra de las rosas y siete cantares (1957), acompaña esta “revolución estética” digna de reconocimiento.