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Estadio Hernando Siles

Para nadie es extraño que en Bolivia, así como en la mayoría de los países del mundo, el fútbol es considerado el “rey de los deportes”, tanto por lo extendido de su práctica como por las pasiones que despierta y moviliza. En esa medida, el “palacio” del balompié es el estadio donde se juegan los partidos más importantes. Este escenario, en La Paz, está en riesgo.

En efecto, desde hace años son visibles innumerables rajaduras y filtraciones en su estructura de hormigón armado, su pista de atletismo está casi inutilizada y el césped de la cancha luce avejentado y maltratado. Esta situación, que se percibe a simple vista, y que en años anteriores ha motivado arreglos parciales, especialmente en las graderías, ha sido confirmada recientemente en un estudio encargado por la Gobernación de La Paz a una empresa especializada en ingeniería civil.

Un estudio preliminar concluye recomendando un examen más profundo de las estructuras, para identificar qué tipo de trabajos deben desarrollarse; lo que no excluye la posibilidad de reconstruir partes del escenario deportivo, que en su forma actual cumplirá 35 años desde su inauguración para los Juegos Deportivos Bolivarianos de 1977, pero cuyos cimientos datan de 1930, cuando fue originalmente construido. El informe del estudio de la consultora señala asimismo que el estadio Siles actualmente presenta deterioros “que inciden en las condiciones de seguridad y de competitividad, con un serio riesgo de que pierda su catalogación como escenario deportivo internacional en la disciplina de fútbol”.

Entre los deterioros identificados en la estructura están: fisuración generalizada de todos los elementos estructurales; corrosión avanzada en sectores correspondientes a las vigas longitudinales de soporte; y corrosión en las armaduras inferiores de las vigas longitudinales. Se indica entre las causas de esta situación  “la falta de mantenimiento periódico a la infraestructura y el envejecimiento del material, que ya casi ha cumplido su vida útil”.

La importancia del estadio Siles se comprende al considerar que es el escenario oficial para los partidos que la selección nacional de fútbol juega contra las de otros países en condición de local. Arriesgar la seguridad del público, y por tanto correr el riesgo de perder su condición de escenario internacional, tendría graves implicaciones, comenzando por el hecho de perder todo lo conquistado en las campañas a favor de jugar fútbol por encima de los 3.000 metros sobre el nivel del mar.

Se trata, pues, de un escenario deportivo cuya importancia trasciende el solo goce del espectáculo futbolístico, o el negocio que moviliza, para tener incidencia en los valores de unidad nacional asociados a los colores de la selección y hasta en la política, también sensible a las victorias y derrotas de los atletas del balompié.