Voces

Tuesday 8 Oct 2024 | Actualizado a 21:25 PM

El instrumento de la consulta

Lo que deberíamos estar discutiendo es que ningún gobierno manipule las consultas de los pueblos

/ 6 de julio de 2012 / 05:02

Nuestras hermanas y hermanos del TIPNIS nos conmueven, cuestionan y convocan a profundizar las reflexiones sobre los contenidos del proceso de cambio. Las marchas de los pueblos de la Amazonía tienen esa virtud, son hermanas y hermanos tan diferentes a nosotras las aymaras, que ejercitan la interculturalidad, palabra que tiende a convertirse, si no tenemos cuidado, en una muletilla para adornar discursos.

La VIII marcha, la disputa ética y política sobre el territorio del TIPNIS sacudieron mis conceptos sobre la necesidad de articular el país con carreteras, la intangibilidad, el capitalismo y la economía verde, el extractivismo, la autonomía y la propiedad privada colectiva, frente a las y los sin tierra. En fin, muchos temas que sacudieron mis pensamientos y me llevaron a tener apasionadas discusiones con mis compañeras, y peleas con quienes aprovecharon la oportunidad para convertirse en ambientalistas y defensores de los pueblos originarios, cuando fueron ellos quienes organizaron las humillaciones y golpes a indígenas en Santa Cruz, Sucre, Pando y Tarija. Para tal cinismo tuvieron que levantar la vieja arma del maniqueísmo, calificar a unos como indígenas buenos y a otros como malos.

Respecto a estas supuestas diferencias, deseo señalar que las indígenas no somos buenas porque adoramos a la Pachamama, cuidamos a los monitos y a los pajaritos; ni tampoco somos profundamente malas, capaces de matar perritos y criar lagartos para negociar con sus pieles en turismos de aventura. Nuestra manera de pensar no es bipolar y excluyente, como la lógica binaria occidental. Aquí quiero pedir perdón por los chicotazos que hermanos aymaras, como yo, les dieron a las y los del TIPNIS. No estoy de acuerdo con esas actitudes entre hermanos.

A la Colonia, aymaras y quechuas les servíamos por nuestra estructura social, capaz de crear excedentes, y que aprovecharon para explotarnos con las mitas en las minas, los obrajes y las haciendas. La manera de colonizar a los guaraníes, tacanas, chimanes y demás pueblos amazónicos fue otra. Se usó a la Iglesia para dominarlos, pues no producían excedentes codiciados por los invasores coloniales (esto aprendí de Carmencita).

Todo esto para decir que la IX marcha me produjo dolor y angustia. ¡Cómo vamos a marchar en contra de la consulta! La consulta es un instrumento para nuestros pueblos, puede ser previa o posterior, el tiempo no es lineal. En todo caso debe ser vinculante, o sea que decida y no solo sea un teatrito. Lo que deberíamos estar discutiendo es que ningún gobierno manipule las consultas de los pueblos, los plazos para informar, el cómo reflexionar y analizar para tomar decisiones responsables con las wawas y la naturaleza, cómo no hacer de la consulta una campaña proselitista, escoger cuáles serían las mejores palabras para las preguntas, cómo organizar la consulta. Pero de ninguna manera esta marcha debe ser reprimida. En fin, emprender un camino de recuperación de las decisiones sobre los territorios ancestrales. Éstas son tareas del proceso de cambio.

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Las mujeres también

Julieta Paredes Carvajal

/ 29 de septiembre de 2024 / 08:40

La marcha denominada “Para salvar Bolivia” mostró la unidad del pueblo boliviano entorno a un símbolo importante para la historia de nuestro pueblo, especialmente para la memoria de los pueblos indígenas originarios, el símbolo Evo Morales. No hay la menor duda que la energía y la fuerza participativa hoy se acumula en este lado de las luchas.

Queremos analizar algunos elementos que nos parecen importantes de visibilizar, de cara a las tareas que como organizaciones y movimientos sociales debemos enfrentar. Era una marcha donde hombres y mujeres participaron por igual —nos referimos al número— donde hasta nos atreveríamos a decir que había una ligera mayoría de mujeres. Sin embargo, el Estado Mayor del Pueblo son mayoría hombres y una sola mujer. Las decisiones siguen estando en manos y palabras de nuestros hermanos. Más de 14 años hemos venido peleando para que se cambie la estructura del pacto de unidad, pero no se concreta una medida tan fundamental e importante para la participación de las dirigentes.

Vea: Falta voluntad política

Habíamos manifestado varias formas de fortalecer el pacto de unidad, con la voz y la reflexión de las mujeres, habíamos sugerido que en cada organización las mujeres nombren su dirigenta y, haciendo par con los hermanos, pueda llevar la voz de las hermanas. Sugerimos también que lo más importante es la formación política de las mujeres, para así efectivizar el análisis propio y no ir solo a jallallear lo que dicen nuestros hermanos. La Despatriarcalización no está entre sus prioridades, ni siquiera la lucha contra el machismo es visible en nuestras organizaciones, y no faltará algún politólogo que nos refutará diciendo que en este momento hay tareas y temas más importantes. Pregunto: ¿qué puede ser más importante que tener la voz y la palabra de la mitad del pueblo boliviano que lucha?

Sin duda que como parte del FeminismoComunitario de Abya Yala, seguiremos marchando y seguiremos dando peleas al interno, pero también es tiempo de aportar con propuestas, en nuestro caso viejas propuestas que hacemos ante la crisis económica que tenemos. Los dólares están en la banca privada y en manos de los exportadores de la agroindustria y la minería. ¿Será tan difícil nacionalizar la banca y controlar los dólares que hoy son especulados por los exportadores? ¿Es una medida de corte socialista? Puede ser, pero también puede ser nacionalista. Entre las propuestas del Estado Mayor del pueblo no están comprendidas medidas concretas, no se trata de solo poner nuestros huevitos en la canasta de las elecciones. Claro que lucharemos, para de nuevo tener espacio y tiempo con el hermano Evo de presidente, que eso es lo que corresponde, después de la marcha gigante e histórica.

Necesitamos tiempo para fortalecer nuestras propuestas revolucionarias. Porque la profundización del proceso de cambio va a venir de las organizaciones y movimientos sociales, las revoluciones no la hacen ningún gobierno, la hacen los pueblos organizados. Pero favorece un gobierno amigable y no como el de Arce que nos lanza paramilitares adiestrados por exizquierdistas para golpear a las y los marchistas que cansadas se retiraban a sus casas. ¡Qué cabrones!

(*) Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria

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Falta voluntad política

Julieta Paredes Carvajal

/ 15 de septiembre de 2024 / 11:31

Las luchas de nuestro pueblo han sido acompañadas por procesos de reflexión donde se articula lo urgente con lo estratégico. Quiero decir con estratégico, el vínculo con los proyectos históricos que la memoria larga de los pueblos indígenas originarios conserva, con los desafíos que nos presenta el mundo actual, donde con la ayuda de nuestras ancestras debemos encontrar las formas de construir caminos, de reconstruir y sanar el mundo y el planeta, sin caer en la tentación de ser una decoración más, incluida en un viejo sistema que devora y anula las posibilidades revolucionarias de la humanidad.

Revise: Que el pueblo decida

Hoy en lo urgente tenemos el alza de precios, que si bien no es una crisis económica como tal, sí afecta a las familias y no existen propuestas de medidas económicas concretas de parte del gobierno para controlar las exportaciones. Hoy el porcentaje de exportación no ha bajado en Bolivia, pero sí ha cambiado el actor de la exportación, pues se está haciendo esta actividad, principalmente desde el sector privado; la agroindustria y la gran minería siguen exportando y tienen condiciones más libres de libre mercado, condiciones creadas por el neoliberalismo. Resultado de esto es que no hay ningún control del ingreso de los dólares y eso es lo que está generando una inestabilidad económica. Por supuesto que la banca juega un papel importante, pues son ellos quienes especulan con los dólares. ¡Cuándo no!

A esta situación se suma la del descontento de los sectores sociales; transportistas, campesinos, gremiales, comerciantes, campesinos, pueblos originarios están movilizados y organizados, exigiendo medidas para solucionar la crisis, aunque de parte del gobierno no hay propuestas. Pero tampoco de parte de los hermanos que se articulan alrededor del Evo no presentan un plan dadas las actuales condiciones.

En las últimas semanas aparece un nuevo actor social, el ejecutivo de la Túpac de La Paz, David Mamani, que por lo que le escuchamos tampoco presenta propuestas, hace pedidos al gobierno y como solución plantea bloqueo de caminos hasta que renuncie el presidente y el vice y que se adelanten las elecciones. ¿Es eso una propuesta? No, no lo es.

Creemos que es un tiempo propicio para pensar en la democracia de los pueblos, que es como podemos llamar en castellano, para que nos puedan entender, pero en realidad son las prácticas ancestrales del auto gobierno. Es el momento de pensar y profundizar las formas de participación de hombres y mujeres en los destinos de Bolivia, nuestro territorio.

En el gobierno del hermano Evo Morales se implementó, pero muy tímidamente, medidas que nos mostraron dónde está el dinero que pertenece al pueblo de Bolivia. Nuestro dinero está en la acumulación capitalista de los empresarios y en la fuga de esta acumulación a paraísos fiscales donde ni siquiera pagan impuestos a nuestro país. Se trata entonces de fortalecer la banca del Estado y administrarla eficientemente. Se trata de que el fondo de pensiones esté siendo administrado por gente que sabe y no por chacras que ensayan medidas. O sea que hay medidas posibles, hay dinero para recuperar, pero no hay la valentía y la voluntad política de hacerlo. Sin duda que si nos mantenemos unidos, podremos encontrar muchas más soluciones. Esas son medidas que conectan lo urgente con lo estratégico.

(*) Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria

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Que el pueblo decida

Julieta Paredes Carvajal

/ 18 de agosto de 2024 / 00:09

Estamos en momentos muy importantes de la historia de la humanidad, esos momentos que ciertamente podemos decir que tenemos la suerte de vivir y estar, en la plenitud de nuestras vidas, plenitud que nos permite poder entender mayores elementos de la realidad, que cuando éramos jóvenes, sin duda, esos elementos se nos habrían escapado.

Ciertamente son momentos de crisis del sistema de dominación y una especie de desconcierto de las organizaciones y movimientos revolucionarios. Entonces, lo que podría ser una oportunidad de construir los procesos revolucionarios, para lograr derrotar este sistema, se vuelve contra nosotros y nosotras mismas. Este sistema de opresiones cada día nos muestra el deseo necrófilo que los alimenta, son personas que constituyen el grupo privilegiado, por este sistema de muerte y que no tienen ningún escrúpulo, no esconden sus angurrias, ni sus contradicciones.

Para enfrentar surge lo insospechado, desde los propios pueblos, que en medio de la desesperación de políticas neoliberales criminales, se gestaban las respuestas y las organizaciones sociales, que se paran delante la impunidad y plantan sus vidas y las de la madre y hermana naturaleza como testimonios, de que en este planeta, la vida debe correr en abundancia y no solo para el mal vivir, de un grupito de ladrones y criminales de la humanidad y del planeta.

A esas violencias estamos enfrentando tanto en Bolivia, Venezuela y Palestina como ejemplo de las luchas que hoy nos hacen figura. Es esa confrontación sobre la que tenemos que tomar posición en Bolivia, pues la llamada democracia, como instrumento de este grupito, ya no les esta funcionando tan bien como otrora. Hoy los pueblos sabemos usar el voto para acumular energías de transformaciones radicales.

En Bolivia estamos ante el planteamiento del referéndum, que en si es un instrumento para ser usado por la voluntad popular, el problema es que hoy, tenemos a las redes sociales de un lado y toda la desinformación y mentiras que trabajan hábilmente y son capaces todavía de engañar pues, por ejemplo el referéndum del 2016 sobre la reelección de Evo, fue olímpicamente manipulado, desde el racismo y desde un purismo hipócritamente cristiano.

Hoy el Referéndum el gobierno, lo plantea como un ardid, lamentamos decirlo pero no somos, tontas, es una trampa para no dejar decidir al pueblo, si quieren o no, al hermano Evo Morales como presidente. Quieren una doble elección. ¡Qué es eso! Aprendieron a mañudear de la derecha y eso no es correcto, basta ir a elecciones con Evo como candidato y que el pueblo decida. ¿A que tienen miedo? ¿A que gane las elecciones y sea el próximo presidente? ¿El indio de nuevo? ¿Eso no se llama racismo y colonialismo izquierdista? Si el gobierno tiene los aparatos y el dinero del Estado para garantizar elecciones limpias y si en realidad, lo que les interesa es la voluntad popular. Entonces es una vergüenza lo que están haciendo y eso duele, porque a algunos y algunas les consideramos compas. Duele e indigna, afirmamos nuestra palabra que el pueblo decida, si quiere a Evo como presidente constitucional del Estado Plurinacional de Bolivia el 2025.

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.

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Injerencia cantada

Julieta Paredes Carvajal

/ 4 de agosto de 2024 / 00:05

El Gobierno de EEUU representa los intereses de pequeños grupos de poder económico que gracias al régimen capitalista del mundo, hoy manipula los millones de esferas de la vida de la madre naturaleza y la humanidad. Sin duda que este régimen está en crisis, pero de ninguna manera está dispuesto a dejar de tener el autoplacer morboso y pervertido de sentirse dueño del planeta.

En tanto y cuanto las practicas sádicas de este grupito de élite mundial se mantengan en su privado, allá ellos y ellas con sus fantasías. El problema es que lo estrellan contra billones de seres humanos y humanas, a quienes están dispuestos a torturar y matar si no les satisfacen calladitos y calladitas. Eso es lo que hoy está viviendo el pueblo venezolano, que es sometido a más de 900 sanciones. Fue robado el dinero que tenían en bancos extranjeros e incluso fue prohibida la venta de mascarillas y vacunas a Venezuela, en plena pandemia del coronavirus. Es un pueblo valiente que soportó en sus cuerpos toda esta tortura cotidiana, castigo impuesto por no someterse a la voluntad del poder imperialista del capitalismo mundial, que hoy tiene en EEUU a uno de sus representantes.

Las elecciones de Venezuela tienen un antes, durante y después, fuimos invitadas a ser veedoras y observadoras de este proceso sobre el cual, en cada paso de la información recibida, estuvimos informando en nuestras redes. Es un sistema blindado en cuanto a lo que se refiere a retratar fielmente la voluntad popular, demostrar los resultados y recibir cualquier tipo de auditorías sobre la veracidad de cada voto. Los resultados iniciales muestran un número de abstención que subió desde la última votación, pues en Venezuela no es obligatorio votar, es un derecho del pueblo. Debido a tantas sanciones y bloqueos, claro que subió la abstención y bajó la votación de Maduro, pero al 80% de los resultados, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que por ley es el único que puede darlos, proclamó —por esa tendencia irreversible de votos— a Nicolás Maduro presidente electo de Venezuela, sufriendo un hackeo de la web del CNE y la retardación de transmisión de datos.

La democracia ya es un instrumento que los pueblos aprendimos a manejar y ese es el problema para el régimen imperialista del capitalismo, por eso donde no pueden ganar, adelantadamente gritan fraude. Ya lo hicieron en Bolivia, hoy lo hacen en Venezuela. No les interesa verificar los resultados, hasta hoy en Bolivia siguen gritando fraude, cuando se demostró que nunca hubo tal hecho y que las autoridades electorales fueron injustamente maltratadas por los fascistas bolivianos. Eso sucede hoy en Venezuela, repito que no les interesa la verdad de los resultados.

Falta un porcentaje de los votos por ser verificado oficialmente por el CNE de Venezuela, pero miren cómo EEUU ya tiene “su presi” para Venezuela, como en Bolivia se inventaron a la “presi Áñez”. No están dispuestos los y las fascistas a esperar en paz la proclamación oficial del 100% de las actas y realizar todas las auditorías que quieran. No, no les interesa, quieren violencia y cuando no pueden, quieren dar la impresión de violencia en Venezuela, para que se justifiquen más sanciones e incluso una ocupación militar como en Palestina. No quieren la verdad, quieren seguirse masturbando con el dolor de los pueblos. ¡Viva Venezuela soberana!

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.

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Les ridicules todes

Julieta Paredes Carvajal

/ 21 de julio de 2024 / 00:04

Tanto el lenguaje, como cada una de las palabras, forman parte del sistema de comunicación que expresa nuestras concepciones del mundo; es a través del lenguaje que comunicamos las experiencias de nuestros cuerpos y nuestras vidas.

El idioma castellano fue un instrumento de dominio e imposición colonial, es con la lengua castellana que pretendieron hacernos olvidar nuestra filosofía, nuestra espiritualidad, nuestras formas propias de ver el mundo, la vida, la muerte, la felicidad. Nuestros y nuestras antepasadas resistieron y gracias a ellas mantenemos nuestros idiomas, nuestros pueblos y nuestras culturas. De todas las maneras resistieron y por eso existimos y seguimos floreciendo. En Bolivia hemos logrado en algunos aspectos del castellano, incluso impregnarlo con nuestras lenguas propias, aymara, quechua, guaraní, el lenguaje cotidiano de nuestros pueblos. Mucho más podemos entender nuestra presencia cuando sabemos mirar nuestras culturas en el entretejido social de nuestro querido país. En eso radica lo histórico del proceso de cambios revolucionarios que tiene en la raíz a los pueblos indígenas originarios.

El lenguaje articulado en los discursos es también capaz de crear realidad, o más bien imponer una percepción de la realidad. Ahí radica el interés de los grupos dominantes de controlar la educación y los medios de comunicación, pues es desde estos espacios que pueden manipular los imaginarios sociales en nuestros territorios.

Las luchas de las mujeres en el mundo y también en Bolivia han consistido en visibilizar sus cuerpos como parte constitutiva de la humanidad y no un simple accesorio de los cuerpos hombres. Desde la Revolución Francesa de 1789, las feministas luchan para que las mujeres figuren en los discursos de ciudadanía, de los derechos de humanos y humanas, derechos de los ciudadanos y las ciudadanas. Es esta insistencia que ha llevado a las mujeres a permanentemente luchar y corregir los discursos exigiendo la inclusión de “las” y no solo quedarse en “los”. Ya más o menos lo teníamos logrado, ya a regañadientes se usaban “los” y “las” como parte de las victorias de las mujeres en el lenguaje.

Pero el sistema patriarcal reaccionó porque de lo que se trata es de borrar a los cuerpos de las mujeres y hoy pusieron de moda les humanes. A través de las feministas liberales, que a título de muy inclusivas y modernas o posmodernas, hoy hablan un lenguaje ridículo en “e”, que a lo que apunta es a negar las luchas y existencias, de “las” mujeres. No están en cuestionamiento “los” hermanos hombres, las que estamos en cuestionamiento somos “las” mujeres porque somos “las” mujeres las que cuestionamos el masculino como inclusivo del lenguaje. No nos reconocíamos en: todos, los… etc. Que hoy son remplazados por: todes, les… etc.

Conclusión: las mujeres volvimos a desaparecer, si el patriarcado quiere cambiar “todos” por “todes”, que lo hagan. Nosotras seguiremos siendo “todas” y considero que ahora nuestra lucha en el lenguaje es que cuando oigamos “todes”, al unísono responderemos… “y todas”. Fuerza y buenas energías, hermanas.

Julieta Paredes Carvajal es feminista comunitaria.

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