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Vacunas

En junio, se desarrolló el VI Foro Internacional sobre Vacunas en Pamplona, España. Las expectativas para un futuro próximo son bastante promisorias, no sólo porque las investigaciones estén bastante avanzadas para enfermedades como el VIH, la tuberculosis, malaria, el citomegalovirus y el papiloma humano (virus responsable del cáncer cérvico uterino). Sino porque cada día se alcanza una mayor cobertura de vacunación. Esto quiere decir que el objetivo de que el acceso a las vacunas sea universal está por hacerse realidad.

Entre las novedades presentadas en el foro, sobresalieron las del doctor Stanley Plotkin, científico estadounidense que trabaja arduamente en el desarrollo de líneas de investigación sobre vacunas para el VIH; y que fue galardonado como Doctor Honoris Causa de la Universidad Complutense de Madrid, por sus  importantes aportes en el campo de la vacunología.

Durante años, las vacunas han sido fundamentales para reducir el número de muertes por enfermedades antes no prevenibles. Las estadísticas dan cuenta de que la incidencia de enfermedades con gran presencia en los hospitales a principios del siglo XX han declinado en más del 90%. Ello gracias a las campañas de vacunación, que han mejorado significativamente la salud de la población. Sin embargo, su éxito depende de las estrategias de salud pública empleadas para que la cobertura sea masiva.  En efecto, si una persona no se vacuna, la cobertura de protección disminuye, porque parte de su efectividad depende de la inmunidad grupal. Es decir, que cada individuo vacunado deja de ser un potencial transmisor. De esta manera, las personas que no han sido inmunizadas (si bien en menor medida) también están siendo protegidas contra la enfermedad.

En síntesis, el futuro de la vacunología es brillante, porque se cuenta con nuevos métodos para desarrollar vacunas. Sin embargo, su utilización seguirá siendo complicada simplemente porque habrá una inconmensurable variedad de ellas; y su efectividad aún depende de la posibilidad de combinarlas y buscar otras vías de administración: no sólo intramuscular, sino también subcutánea, oral, inhalatoria, entre otras.

Uno de los principales retos es desarrollar en los próximos años vacunas contra infecciones que se contagian en los hospitales, y que servirán tanto a los pacientes como al personal médico asistencial. Las vacunas son muy importantes, pues no sólo reducen la incidencia de enfermedades sino también los costos por las atenciones a pacientes afectados. En nuestro país no existen protocolos de investigación en este campo; sin embargo, su aplicación es muy beneficiosa, y para lograr una completa cobertura aún queda un largo camino por recorrer.