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Demagogia ambiental

Para quienes nos olvidamos de este término, la demagogia es la búsqueda constante de los políticos por alcanzar apoyo popular a partir de falsas promesas o palabras e intenciones bonitas, o (según lo manifestado por el filósofo Aristóteles) es la “forma corrupta o degenerada de la democracia”.

Al respecto, semanas atrás, el Congreso Nacional nos adelantó dos joyas demagógicas dignas del programa Aunque usted no lo crea. La primera fue liderada por la Cámara de Diputados, cuyos miembros aprobaron, en sus estaciones en grande y en detalle, el proyecto de ley que declara “Patrimonio y Paisaje Natural” del Estado Plurinacional de Bolivia al majestuoso nevado Illimani, ubicado en el departamento de La Paz.

La segunda joya fue inspirada por la Comisión Región Amazónica, Tierra, Territorio, Agua, Recursos Naturales y Medio Ambiente, quienes aprobaron un proyecto de ley que sugiere declarar como “Patrimonio Natural” de Bolivia al bufeo o delfín de agua dulce, pez que habita en los departamentos de Beni, Santa Cruz y Pando, en los ríos Madera, Mamoré e Iténez.

Cabe preguntarse con qué poder y moral los congresistas van a poder garantizar sus “buenas intenciones” de proteger ambos patrimonios, si para conservar el Illimani deberíamos, como primera tarea, hacer cumplir la Constitución Política del Estado, que manda preservar las áreas protegidas (como el TIPNIS), por cuanto son “Patrimonio Natural y Cultural” del país. Y es que únicamente garantizando la conservación de nuestras áreas reservadas podremos mitigar el calentamiento global, principal amenaza de los nevados en el mundo, incluyendo el Illimani.

Por otra parte, cabe preguntarse ¿cómo vamos a garantizar la conservación del bufeo si somos incapaces de conservar su entorno, es decir, nuestras áreas protegidas? ¿Podemos mostrarnos como una nación preocupada por el cuidado del medio ambiente, cuando el ejemplo del TIPNIS revela que no queremos o no podemos defender los patrimonios naturales que son la casa natural de la especie y el servicio esencial para que el planeta deje de calentarse?

Lo último que el planeta necesita ahora es “demagogia ambiental”. Lo que urge en estos momentos de crisis ambiental es que los líderes nacionales, departamentales y municipales pasen de las buenas intenciones al ejercicio serio y al cumplimiento mínimo de las leyes de protección de nuestro medio ambiente, biodiversidad y áreas protegidas. Únicamente cumpliendo esto garantizaremos el cuidado del Illimani y la preservación del bufeo.