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Aniversario de la Independencia de Perú

En este aniversario, saludamos los es-fuerzos por reafirmar los lazos de unión entre Perú y Bolivia

/ 28 de julio de 2012 / 05:11

En la mañana del 28 de julio de 1821, el libertador José de San Martín salió desde el Palacio de Gobierno de Perú, en la Plaza Mayor de Lima y, enarbolando el pendón bicolor peruano, se dirigió a una inmensa multitud que explotó de júbilo al escuchar la histórica frase: “El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende”.

La joven república peruana del siglo XIX diseñó una política exterior de apertura, que privilegió el diálogo y el relacionamiento diplomático, principalmente con los hermanos países vecinos. Es preciso subrayar, en este contexto, las fraternales relaciones bilaterales del Perú y Bolivia, consustanciales a sus territorios y a su embrionario forjamiento.

Desde 1535 hasta 1776 formaron una unidad administrativa, política, social y económica, el Alto y el Bajo Perú. Adquirida la independencia, durante cuatro décadas, se esforzaron por ser un solo Estado y su historia posterior es la de dos pueblos hermanos que construyen día a día un nuevo espacio de integración y una identidad compartida.

La relación bilateral está fundamentada sobre una sólida base histórica, y está circunscrita jurídica y políticamente en acuerdos y convenios que regulan una amplia y rica agenda de trabajo que involucra el tratamiento de asuntos de mucha importancia para ambas naciones, como el comercio, las inversiones, la circulación de capitales, la cooperación económica y social, la integración física y fronteriza, la promoción e integración cultural, la cooperación judicial, la lucha conjunta contra el narcotráfico, el condominio compartido sobre las aguas del lago Titicaca, entre otros aspectos.

La agenda bilateral es muy amplia y los mecanismos de cooperación y desarrollo conjunto son diversos. Al respecto, es importante mencionar la suscripción, en octubre de 2010, del Protocolo Complementario y Ampliatorio a los Convenios de Ilo de 1992, instrumento internacional por el cual el Perú concedió a Bolivia una renovada y ampliada zona franca industrial y económica especial (Zofie) por 99 años y una franja turística ZFT (“Mar Bolivia”) también por 99 años, en el puerto de Ilo.

La Zofie permitirá a Bolivia tener un  acceso al océano Pacífico a través de las instalaciones del puerto de Ilo, y a un punto de atraque en dicho lugar. Esta zona franca podrá ser empleada para el desarrollo de actividades industriales, de comercio exterior, de servicios conexos al comercio, para el establecimiento de depósitos francos y para la realización de las acciones auxiliares que sean necesarias para el desarrollo de la misma. La ZFT, por su parte, es un espacio en el que los inversionistas bolivianos podrán desarrollar obras de infraestructura turística, gozando de exoneración al impuesto a la renta, impuesto general a las ventas, impuesto selectivo al consumo y de promoción municipal hasta 2022.

Por otra parte, la amplia agenda bilateral peruano-boliviana tiene una de sus más importantes expresiones en los trabajos mancomunados de ambos gobiernos para la preservación del sistema hídrico del lago Titicaca. Estos esfuerzos se concretaron mediante la creación de una entidad de derecho público internacional con autonomía de decisión y gestión en el ámbito técnico, administrativo, económico y financiero, que depende funcional y políticamente de las cancillerías del Perú y de Bolivia: la “Autoridad Binacional Autónoma del Sistema Hídrico del Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago Poopó y Salar de Coipasa” (ALT).

Esta entidad, que empezó a funcionar en junio de 1996, tiene su sede en la ciudad de La Paz y viene implementando proyectos que benefician a más de dos millones de habitantes dentro de su ámbito de acción. Los programas de la ALT, además de velar por la preservación de los recursos hídricos del lago, permiten la irrigación de 100 mil hectáreas de tierra en ambos países y la producción de 6.000 toneladas anuales de biomasa piscícola, así como la producción y manejo de 50 mil toneladas de totora verde por año.

Los gobiernos de Perú y Bolivia vienen ejecutando también mecanismos de cooperación y desarrollo en otras áreas, como por ejemplo los trabajos que realizan las Comisiones Binacionales del río Maure y Suches, en materia del uso de los recursos hídricos y la preservación del ecosistema ribereño, respectivamente. Asimismo, tienen mecanismos de lucha conjunta contra el narcotráfico y delitos transnacionales, para el control fronterizo, coordinaciones para la facilitación del transporte binacional y la integración física, la cooperación interinstitucional entre los institutos armados y las policías de ambos países.

En el aspecto cultural, es importante el interés de ambos países en difundir de manera conjunta las manifestaciones culturales compartidas en su condición de naciones andinas y de origen quechua-aymara. El rico acervo cultural común en expresiones artísticas, musicales, de danza, creencias, figuras míticas y costumbres ancestrales merecen que ambos países las defiendan a través de políticas específicas de promoción conjunta, tal como viene ocurriendo con la muestra fotográfica del tramo peruano-boliviano del gran camino del inca, Qhapaq Ñan, que ha sido exhibida en las principales ciudades de Bolivia durante 2011 y en lo que va del presente año.

Por otro lado, es también importante mencionar las coordinaciones que vienen desarrollando las autoridades competentes de ambos países en materia de cooperación turística, para el posicionamiento de rutas binacionales en el mercado turístico internacional (principalmente Cusco-Uyuni), así como la voluntad de desarrollar las significativas potencialidades de cooperación en el sector productivo agropecuario (mejoramiento de la producción de quinua, papa, trucha del lago, crianza de camélidos, cultivo de frutos tropicales, café y cacao, entre otros); el crecimiento comercial aprovechando las facilidades logísticas de la carretera interoceánica que une al Perú con el Brasil y los puertos del sur peruano; la cooperación en materia energética (a través de las potencialidades del gasoducto del sur del Perú y de lo que será la planta petroquímica en Moquegua).

En ocasión de conmemorarse el 191 aniversario de la Independencia del Perú, saludamos los esfuerzos desplegados por los gobiernos de Bolivia y del Perú para renovar y reafirmar los históricos lazos de unión entre ambos países, con el firme propósito de trabajar mancomunadamente en el desarrollo de una agenda bilateral en beneficio de sus pueblos.

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Don Miguel Grau, héroe peruano-boliviano

La caballerosidad y heroísmo del almirante Grau son motivo de inspiración para bolivianos y peruanos

/ 19 de octubre de 2013 / 06:27

A qué de duelo profundo llanto derramar sincero si ya, con buril de acero, grabó ese nombre la fama, y el mundo la gloria aclama del héroe y el caballero?”, escribió el renombrado escritor peruano Ricardo Palma en honor del gran almirante don Miguel Grau Seminario, quien en Angamos dejó la vida en plena campaña marítima durante la Guerra del Pacífico, que enfrentó al Perú y Bolivia contra Chile.

Durante el conflicto armado, la pericia del almirante Grau, quien asumió el frente marítimo de los dos países al no contar Bolivia en esos difíciles momentos con una fuerza naval, mantuvo en vilo a la escuadra contraria, situación que fue reconocida por el historiador chileno Barros Arana, en su obra Historia de la Guerra del Pacífico, quien narra que para el frente de ataque de ese país “antes de abrir la campaña terrestre convenía aniquilar el poder naval del Perú, o por lo menos destruir al monitor Huáscar”.

El 8 de octubre de 1879 las armadas del Perú y Chile se encontraron frente a lo que fueran costas bolivianas en Punta Angamos. La desigualdad de las fuerzas navales se hizo evidente desde las primeras escaramuzas ese día, la escuadra peruana estaba compuesta tan sólo por dos embarcaciones, el monitor Huáscar y la corbeta Unión, mientras que la flota chilena contaba con seis barcos fuertemente armados.

Ante el inminente ataque, en absoluta desigualdad numérica, el almirante Grau, en una muestra de coraje y nobleza, ordenó a la corbeta Unión alejarse del lugar a fin de evitar su destrucción. Al mando del Huáscar, nuestro gran almirante enfrentó a la escuadra chilena completa, resistiendo el embate rival por más de 30 minutos, al cabo de los cuales fue alcanzado por una granada que acabó con su heroica vida.

La caballerosidad y heroísmo del  almirante Grau son motivo de inspiración para ciudadanos bolivianos y peruanos, quien demostró con sus actos que la calidad humana no debe perderse ni siquiera en la atrocidad de la guerra. Esta honorable actitud puede evidenciarse en la historia del combate de Iquique, ocasión en que al derrotar el Huáscar al buque chileno Esmeralda, el almirante peruano ordenó recoger y atender a sus sobrevivientes. Luego de las acciones remitió una carta de condolencias a la viuda del capitán de la Esmeralda, don Arturo Prat, quien había fallecido en el combate, y envió su espada de mando en reconocimiento del valor de su difunto esposo. Éstas y otras nobles acciones sustentaron el apelativo otorgado a Grau por sus propios rivales: el “Caballero de los mares”.

El legado de honor y heroísmo de don Miguel Grau Seminario constituye un referente en la histórica relación de los pueblos del Perú y Bolivia. Grau es símbolo de una herencia compartida, de un sentimiento de hermandad que se forjó más allá del calor de una guerra, es un ícono inspirador que alimenta y fortalece la inagotable labor de construir cada vez con mayor empeño una relación de entendimiento entre peruanos y bolivianos. 

El 6 de octubre de 1989, el Congreso Nacional de Bolivia, en reconocimiento al valor y heroísmo del almirante Miguel Grau, lo declaró oficialmente héroe nacional de Bolivia. Cada 8 de octubre la Armada boliviana y la Marina de Guerra del Perú conmemoran conjuntamente la heroica actuación del “Caballero de los mares” en la Guerra del Pacífico, su héroe binacional. 

En el presente año, el contraalmirante Gonzalo Alcón, comandante Accidental de la Armada boliviana, en el discurso de orden pronunciado el 8 de octubre en la plaza Miguel Grau de Irpavi en la ciudad de La Paz, parafraseó al poeta boliviano Jacobo Ramallo, quien sobre Grau escribió: “Tumba inmensa te ha dado el océano, inmensa como la pena de perderte… al caer como has caído, tú has triunfado”. Asimismo, representando el sentimiento de su institución, el contraalmirante Alcón manifestó: “Es sobradamente apropiado e ineludible que en esta fecha los bolivianos brindemos un justo homenaje a la memoria del almirante Miguel Grau Seminario, Caballero de los mares, almirante del Perú Y Bolivia”.

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