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Proyectos

Como dijo Cortázar (asumiéndose descuartizador) “vayamos por partes”: 1) Que quede totalmente claro que soy optimista con esta ciudad, he apoyado, apoyo y apoyaré las iniciativas y los procesos políticos, vengan de donde vengan, que tengan coherencia y lucidez. Pero una cosa es ser optimista y otra desubicado.

2) Somos una sociedad urbana sin demasiados recursos como para dilapidarlos o malgastarlos en los llamados “proyectos estrella” o “megaproyectos”, que muy mal hablan de nuestra clase política cuando, muy apurada, se le ocurre pensar en esta ciudad.

3) Reitero que tenemos dos grandes problemas sin ser tratados: nuestra escasa educación ciudadana y la infraestructura sanitaria que está intrínsecamente ligada al tema de riesgos. A ellos se suman otros temas importantes pero, toda sociedad civilizada, resuelve primero sus temas apremiantes.

4) Debemos invertir a muy largo plazo en formar a las nuevas generaciones de paceñas y paceños para que sepan vivir en una sociedad urbana. Debemos educarnos sobre la importancia de saber dónde terminan tus derechos y dónde comienzan tus obligaciones con los otros. La población debe terminar algún día de pensar en que puede hacer “lo que le da la gana”, y someterse a una normativa razonable. Por el momento somos tribales en todas las zonas de esta ciudad, y pensamos que ese es nuestro encanto.

5) No tener ríos saludables; barrios sin alcantarillado adecuado a nuestros suelos, sin enormes inversiones en la gran infraestructura urbana, que está obsoleta, de canalizaciones y redes fundamentales; no pensar en el tema agua en este milenio; todo ello es inadmisible, intolerable e insostenible. Vivimos el día a día y en pleno siglo XXI con enormes alcantarillas abiertas en nuestras narices o, peor aún, enterrando e infectando nuestros ríos.

6) A mi pedestre entender, el tema de transporte de una ciudad tan pequeña como la nuestra se soluciona con un mínimo apego a la ley y de organización, sólo eso: orden y criterio. Las grandes inversiones de transporte apenas las soportan sociedades que entregan a sus erarios enormes sumas en impuestos, y pagan demasiado por los boletos. Caso contrario no tienes sostenibilidad en el negocio; y el tema transporte es eso: un negocio y no un servicio, aquí y en cualquier parte del mundo. Esta reflexión sirve para que sopesemos las dos opciones en disputa, la estatal y la municipal que, aunque se integren, creo que no serán viables.

Debo recordar que Europa y Estados Unidos viven una crisis financiera, entre otras cosas, por inversiones en infraestructura insostenibles que fueron alentadas por su clase política y los buitres de las grandes empresas. ¿Vamos detrás de ellos como borregos?