Icono del sitio La Razón

Logros citadinos

A ningún individuo que vive en la ciudad de La Paz le debe parecer extraño ver que la Alcaldía, a diferencia de gestiones pasadas, se ha preocupado por realizar obras que verdaderamente benefician a sus habitantes y a las zonas que la conforman.

Por ejemplo, iniciativas que empezaron hace años, como las de las “cebritas” y “burritos”, han llegado a formar parte del diario vivir citadino; y sobre todo, a ser un aporte fundamental en el tránsito peatonal y el ordenamiento vial, tan necesarios en una urbe que va en constante crecimiento.

En este último caso, se trata de jóvenes entusiastas y con muchas ganas de trabajar, que se enfrentan día a día al mal humor de los choferes, la falta de educación de éstos y principalmente el desconocimiento de las normas viales, que provocan el caos vehicular del que somos testigos periódicamente en el centro de la ciudad.

Las “cebras” tienen la difícil misión de hacer comprender, con mucha imaginación y educación, a los choferes y a toda la población las reglas básicas de tránsito, que facilitan la convivencia peatonal y vehicular en una urbe congestionada.

Por otro lado, el Gobierno Municipal ha implementado la labor de los “reguladores viales”, que al margen de ordenar el caótico tráfico de los motorizados y de peatones, ha posibilitado la creación de fuentes de trabajo; algo digno de destacar.

Lastimosamente, ni los “reguladores viales” ni las “cebritas” cuentan con el apoyo de la Policía —y más precisamente del Organismo Operativo de Tránsito—, que lo único que ha hecho ha sido desmarcarse de una actividad que debería realizarse de forma conjunta y coordinada.

Tampoco podemos dejar de mencionar a la Guardia Municipal, más conocidos como los “frutillitas”, que cotidianamente debe lidiar con la intolerancia del comercio informal, que se instala en cualquier lugar, dificultando el recorrido de la gente por las aceras. En este caso, la lucha diaria es contra el abuso de los gremiales, que acomodan sus puestos invadiendo espacios que las personas debieran tener libres para no caminar por la calzada y correr el riesgo de ser atropellados por los coches.

Y pasando a otro tipo de obras, el proyecto Barrios de Verdad, que se ejecutó desde la anterior gestión edil, realizó obras que beneficiaron a zonas olvidadas en otras épocas. Hoy resulta agradable transitar por sitios embellecidos con plantas y árboles que adornan lo que antes fueron nidos de alcohólicos y pandillas. Resalta también en este aspecto la labor de Emaverde, que se encarga del mantenimiento de dichos sectores.

Obviamente, aún falta mucho por hacer en esta ciudad, pues las necesidades siempre suman y siguen; sin embargo, el trabajo que se está realizando merece un reconocimiento, pues se ve que va por buen camino.