Los cangrejos son crustáceos cuya característica es andar hacia atrás. Con el tema del censo y la polémica creada por la no inclusión de la opción “mestizo” entre los criterios de autoidentificación, y no consignar preguntas respecto a la religión, observamos cómo algunos pretenden retornar al pasado.
El último censo que tomó en cuenta la opción “mestizo” no como autoidentificación sino como clasificación biológica fue el de 1900, época en que todavía se seguía el modelo colonial de clasificar a la población con criterios raciales. El criterio “mestizo” es una categoría racial que implica la mezcla de al menos dos razas; y que en el caso boliviano, dio lugar en la parte andina al denominado “cholo”; y en la parte oriental, al “cunumi”. En el siglo XXI, luego del descubrimiento del genoma humano, es imposible hablar de razas puras; por lo tanto, el criterio de etnicidad, que apela a la identidad cultural, se ha impuesto sobre el criterio racial.
En el censo de 2001, en el punto 49 de la boleta censal se preguntaba: “¿Se considera usted perteneciente a algún pueblo originario?”. La alternativa era el “No”.
De acuerdo con los resultados del censo de ese año, más de la mitad de los bolivianos asumía la identidad indígena. En ese mismo censo, que fue el décimo realizado en Bolivia, se eliminó por primera vez la pregunta sobre la religión que profesaba el encuestado. Los dos puntos que hoy generan polémica no causaron ningún revuelo hace más de una década, y nadie se rasgó las vestiduras. En la época del censo de 2001, el presidente era Tuto Quiroga, al que no se podría acusar de indigenista.
Hoy algunos han armado un debate artificial, más —creo yo— por motivos políticos o quizás por ignorancia. El pretender que los “mestizos” sean considerados como una identidad cultural no tiene asidero. ¿Qué de común tiene el “mestizo” de Santa Cruz con el “mestizo” de Oruro? O ¿qué de común en términos de identidad tiene un “mestizo” potosino con un “mestizo” beniano? Existe mucha más cercanía cultural del “mestizo” andino con quechuas o aymaras que con los cambas, por ejemplo.
La eliminación de la pregunta religiosa se produjo en 2001, con el criterio de que el censo tiene como objetivo la elaboración de políticas públicas, y la religión es de carácter conciencial.
Sin embargo, creo que debió incluirse, porque conocer la adhesión religiosa de los bolivianos permite mayor información respecto al aspecto cultural y no afecta el carácter laico del Estado Plurinacional. Considero que esta discusión bizantina no debería retardar la realización del censo que permitirá que regiones y ciudades tengan una redistribución más justa de ingresos y de representación política, debido a su crecimiento poblacional.