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Radiotaxis

Para nadie debe ser desconocido que uno de los peores servicios de transporte de pasajeros, por el habitual maltrato, pero sobre todo por la arbitrariedad en los cobros y la impunidad con que esto ocurre, es el de los radiotaxis. Días atrás, el presidente del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) reconoció que la institución no puede obligar a las empresas a tributar.

En efecto, según la máxima autoridad ejecutiva de la entidad recaudadora, no es posible hacer que las empresas de radiotaxis emitan factura a los usuarios, porque no están formalizadas para un control más efectivo. A esta situación hay que añadir las declaraciones del Alcalde de La Paz y del Director de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), quienes afirmaron que tampoco controlan este tipo de establecimientos o el servicio que prestan. La situación es idéntica en Santa Cruz de la Sierra y probablemente en el resto de las capitales del país.

En los hechos, las declaraciones de estas tres autoridades significan que, aparte del trámite necesario para el uso de la frecuencia radioeléctrica ante la ATT y, tal vez, el necesario para obtener licencia de funcionamiento ante el Municipio, los propietarios de las empresas de radiotaxi no están obligados a cumplir más formalidades y, por tanto, sus actividades no son mayormente fiscalizadas ni reguladas.

Así es posible comprender por qué el transporte en radiotaxis es no sólo más caro, sino también a menudo deficiente, pues los operadores se saben exentos de todo tipo de control, incluyendo el que le cabe a la Policía, a través del Organismo Operativo de Tránsito, lo que también se traduce en una importante cantidad de denuncias por asalto y hasta violaciones sexuales que se han conocido y denunciado días atrás en este diario.

Desde que se creó el sistema de regulación sectorial, y en ese marco la ahora desaparecida Superintendencia de Transportes, ha sido una constante el reclamo por la falta de fiscalización a esta modalidad de transporte, cuya necesidad e importancia están fuera de duda, ya que desde entonces se afirma que no hay forma ni necesidad de hacerlo, dejando a las y los usuarios, literalmente, a su suerte y posibilitando que estos emprendimientos se desarrollen en la más completa informalidad.

A los gobiernos municipales les corresponde fiscalizar el funcionamiento de las empresas, pero sobre todo el uso de calles y avenidas; la ATT tiene la obligación de regular no sólo las comunicaciones por radio, sino fundamentalmente la calidad y precio del servicio; y ciertamente debiera ser inaceptable que el SIN no les obligue a entregar factura.

Hay, pues, un problema con el servicio de los radiotaxis que debe ser resuelto por las autoridades, que como en muchos otros aspectos del servicio de transporte de pasajeros se muestran incapaces de hacer bien su trabajo.

Distracción frente al volante

Aproximadamente el 75% de los accidentes de tránsito ocurridos en la ciudad de La Paz durante los primeros siete meses del año se debió a distracciones de los conductores, que incurrieron en irresponsabilidades mientras conducían como hablar por teléfono, conversar, discutir, comer, fumar o cambiar de música. Estas estimaciones provienen de la unidad Operativa de Tránsito, que registró hasta la fecha más de 3.000 incidentes automovilísticos, entre atropellos (374), vuelcos (373), choques fuertes (503) y colisiones leves.

Como es de suponer, detrás de estas cifras se encuentran personas, muchas de ellos niños y ancianos, que deben lidiar ahora con dolores, gastos médicos e incluso discapacidades (algunas de ellas permanentes), por la desidia de unos pocos, que no terminan de comprender que conducir implica siempre responsabilidades, como cumplir las normas de tránsito y tener consideración con el resto, especialmente con los peatones. Para contrarrestar esta extendida irresponsabilidad, la unidad de Tránsito está organizando una campaña de información entre los conductores sobre los riesgos de incurrir en algunas de las acciones señaladas, por medio de trípticos financiados por Entel. Ojalá logre sensibilizar a la ciudadanía para que aprenda a ser más considerada con el resto.