Migración te espera
Sí, Bolivia te espera, querido extranjero: ven a divertirte en las colas de Migración y trae dinerito
Enero de 2011. Una española que iba a viajar a Bolivia para hacer su pasantía, llamaba insistentemente al consulado boliviano de Madrid para preguntar sobre los requisitos para obtener el visado de objeto determinado. Como nunca le respondieron al teléfono, fue en persona.
A las seis de la mañana, a -3°C, tuvo que hacer fila junto a decenas de bolivianos que también sentían sus pies al borde de la congelación, sólo para que le dieran el papelito con los requisitos. Tras hacerse un chequeo médico, recopilar documentos, vacunarse de cuatro cosas, pagar alrededor de Bs 700 y volver al consulado otras dos veces (aguantando colas de hasta tres horas, a temperaturas bajo cero), le dieron un visado que, le dijeron, le valía para su estadía en Bolivia.
Al llegar a La Paz fue a Migración para ver si todo estaba en regla y, ¡oh sorpresa!, ese visado sólo servía para un mes. Tuvo que hacerse otro chequeo médico que, a diferencia de España, no es gratuito, presentar originales y fotocopias de todos los documentos que ya entregó en Madrid, tragarse horas en las filas y pagar, siempre pagar: en esta ocasión, Bs 1.350 más Bs 400 y pico del carnet de extranjera (¿es de oro esta cédula?, porque las nacionales cuestan mucho menos). Y hay que soportar la cara de perro antipático de muchos funcionarios de Migración que, además, juegan a omitir información sobre los requisitos para hacer al inmigrante regresar una y otra vez a las oficinas.
Tres meses después de casi vivir en Migración y tener que ir y venir mil veces de la copistería del frente, la extranjera consiguió su visado y se olvidó del lío… hasta que le tocó renovar la residencia. Entonces, ya no estaba como pasante: le habían hecho un contrato, que estuvo casi tres meses en el Ministerio de Trabajo esperando ser sellado. Y ella, mientras tanto, sin documentos (el pasaporte se queda en Migración mientras se tramita la residencia).
Los Bs 2.000 del visado de dos años ya los había abonado y, una vez que el contrato estuvo firmado, lo entregó a Migración. Pero pasaban las semanas y su trámite estaba con los técnicos (¿?), le decían los funcionarios. Descubrió hace unos días que su solicitud se había entregado al departamento de visados de un año, no al de dos, y por eso no avanzaba el tema. Ahora que ya está donde corresponde, ha de esperar de nuevo que “lo vean” (¿?) los técnicos. Sí, “Bolivia te espera”, querido extranjero: ven a divertirte en las colas de Migración y trae dinerito, que “los gringos tienen plata”.