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XVI Cumbre del MNOAL en Teherán

La aprobación en la XV conferencia cumbre de los presidentes y jefes de Estado del Movimiento de países No Alineados (MNOAL) en Egipto (julio de 2009), a la propuesta de la República Islámica de Irán de ser el anfitrión de la XVI Conferencia Cumbre del MNOAL es la prueba de la confianza y seguridad de los miembros del movimiento en las acciones y el papel activo de Irán para alcanzar los objetivos del movimiento y su próxima jefatura.

La República Islámica de Irán, de acuerdo con sus políticas de paz (que el mundo ha visto durante largos años, y la no agresión a ningún país y regiones vecinas que lo comprueban), ha probado que es la cuna de la paz, la seguridad, el rechazo a la violencia y la lucha hacia la injusticia en el sistema internacional, como los elementos principales del espíritu que domina los principios fundamentales del MNOAL.

Nuestro país, sobre la base de los principios fundamentales de su política exterior (la política de “No al Este, No al Oeste”), luego de la victoria de la Revolución Islámica, durante la VI cumbre en La Habana en 1979, se incorporó como el miembro número 88 de la MNOAL; y desde entonces, durante estos 33 años, ha desempeñado un papel activo en la definición de la posiciones y decisiones del movimiento sobre asuntos y evoluciones internacionales.

En la XVI conferencia cumbre, que se viene implementando desde el 26 hasta este 31 de agosto en Teherán, pretendemos que se celebre de la mejor manera posible y en todas sus partes ejecutivas y de contenido, y a la vez, mostrar un espacio de unidad, participación y cumplimiento de las funciones por parte de los países miembros. Consideramos necesario mencionar algunos problemas que existen en este movimiento, y reiterar el compromiso de Irán para solucionarlos con la colaboración de los demás socios. El considerable incremento de los Estados asociados  después de la guerra fría ha sido, en algunos casos, el origen de la indecisión consensual acerca de la mayoría de las cuestiones políticas como el tema de Palestina.

En el aspecto económico, el MNOAL, a pesar de las dependencias económicas de algunos miembros en alcanzar sus dos objetivos principales (el desarrollo homogéneo económico y la eliminación de la pobreza), no ha sido tan exitoso. Esperamos que durante la presidencia de Irán, con la participación de todos los integrantes, podamos dar pasos para fortalecer las colaboraciones financieras de los países miembros, cortar la dependencia económica y política de los Estados respecto a los grandes poderes, e incrementar el nivel de crédito y poder del movimiento en el desempeño de papeles en la escena internacional.

El papel del MNOAL resulta de gran importancia, dado que la ejecución de tal tarea en las sensibles condiciones actuales requiere de coherencia y coordinación tenaz y seria de los países miembros, y un doble esfuerzo para generar la mayor cantidad de capacidades posibles.

El rechazo al dominio, apuntalar el multilateralismo, el fortalecimiento de la unidad, coherencia y coordinación entre los países en vías del desarrollo, defender y elevar el nivel de la paz y la seguridad internacional, estimular el respeto, gozar y preservar los derechos humanos y libertades sustanciales para todos son (entre otros) los lineamientos de este movimiento, que de ninguna manera se limitan a ciertos períodos del pasado, cuando se fundió el organismo.

Mientras sigamos siendo testigos del dominio, de la injusticia, falta de equidad y de respeto mutuo en la arena internacional, este movimiento seguirá vigente con su filosofía. De igual manera, sus objetivos positivos en las relaciones internacionales, en especial entre los países en vías de desarrollo, continuarán siendo de gran importancia.

Pese a los intensos esfuerzos para el fortalecimiento de los mecanismos del MNOAL y el incremento de su importancia, parece que, en cuanto a la sensibilidad y la tendencia de las evoluciones globales, es necesario que todos los miembros traten el tema de la reestructuración del organismo, a fin de dar cumplimiento con los objetivos y valores conjuntos, y dar respuestas a los desafíos y problemas políticos, económicos, sociales y de seguridad en el mundo. En este proceso, es necesaria una coherencia cada vez más fuerte entre los integrantes del movimiento, contemplando los principios, objetivos, decisiones adoptadas y posiciones tomadas que aparecen en las anteriores actas y documentos del movimiento. El MNOAL todavía tiene muchas capacidades que no han sido explotadas para afrontar los complejos desafíos que preocupan seriamente a muchos de los países miembros.

Este movimiento representa cerca del 55% de la población del planeta, y el 20% de la economía mundial. Parece que en el nuevo espacio de la política internacional, considerando las serias preocupaciones de muchos de los pueblos progresistas y pacíficos sobre los riesgos definitivos de la materialización del dominio de la hegemonía del capitalismo en las relaciones internacionales, el papel del movimiento no sólo no merece la pasividad y debilidad, sino viceversa; tiene que hacer todo lo que esté a su alcance para crear un mundo multipolar. Al respecto, el primer paso es la redefinición del papel y el lugar del MNOAL en base a realización de una patología de las estructuras y sus actuales gestiones, con el objetivo de cambiar las condiciones del movimiento de la pasividad a un estado más activo.

Actualmente hay que aceptar que las relaciones políticas de sus miembros no están en un nivel satisfactorio, y el movimiento sufre la falta de un programa económico, que conduzca a sus integrantes a un desarrollo conjunto y sostenible. Hasta el momento, ningún acuerdo comercial o económico se ha firmado entre los miembros y el fortalecimiento de las relaciones de seguridad de los integrantes es uno de los temas por el  que nunca se ha hecho nada.

Para el manejo de los futuros desafíos de las relaciones internacionales, el Movimiento de los países No Alineados tiene que reformarse y avivarse sobre la base de las evoluciones mundiales, de tal manera que sea capaz de afrontar efectivamente el unilateralismo, la presión y amenaza que se lanzan por parte de ciertos organismos y países poderosos.

Personalmente, creo que el MNOAL, conformado por 120 países, apoyado en sus objetivos y causas progresistas, en las condiciones actuales, puede jugar un papel sobresaliente y compensar en parte la ineficacia del sistema internacional actual. El poder político, económico y cultural de los países miembros podría generar un gran factor de poder. Un poder que sea, a su vez, el defensor de la paz y la justicia. Apoyándose en estos lineamientos, el MNOAL podrá producir efectos positivos para la solución de desafíos mundiales.