Icono del sitio La Razón

Día sin automóviles

Por segundo año consecutivo, hoy las calles de la ciudad de La Paz estarán vedadas a los automóviles o cualquier otro vehículo que funcione con combustible. Se trata de la celebración del Día del Peatón y del Ciclista, práctica iniciada años atrás en Cercado, la capital de Cochabamba, y que por sus buenos efectos ha sido instituida para el resto del país.

En efecto, en julio de 2011 el Gobierno promulgó la Ley 150, que dispone que los municipios del país deben celebrar, anualmente, esta actividad cada primer sábado de septiembre. La capital cochabambina lo hará por segunda vez consecutiva este año, y en coordinación con los municipios de Tiquipaya, Colcapirhua, Quillacollo y Sacaba realizará la “Caravana de la Integración”. El municipio de Santa Cruz de la Sierra cerrará sus calles al tráfico vehicular por primera vez. En todos los casos, los gobiernos municipales tienen previstas diferentes actividades para el disfrute de, literalmente, las personas de a pie.

En la ciudad sede de gobierno, la Alcaldía anunció que restringirá la circulación vehicular entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde, y que las subalcaldías de los macrodistritos están organizando diferentes actividades en torno a la práctica de deportes. La feria dominical de El Prado se realizará normalmente y está prevista una gran carrera pedestre.

Los beneficios de esta iniciativa son numerosos. El primero y más evidente de ellos está en la drástica reducción de la contaminación atmosférica, al no circular coches que, incluso en el mejor de los casos, despiden gases contaminantes. El segundo es el hecho de que la población tiene, como en pocas ocasiones, la posibilidad de volcarse a las calles y, literalmente, apropiarse del espacio público; precisamente por esta razón, el Gobierno Municipal no abrirá los parques municipales, para obligar a la gente a disfrutar de las calles.

Otro beneficio, estrechamente vinculado a los dos anteriores, es que reduce el estrés urbano, pues no sólo hay menos ruido y casi ningún coche circulando, sino que al dificultarse el traslado a grandes distancias, las personas vuelven a entrar en contacto con quienes más cerca viven, generándose de esta manera una suerte de reencuentro entre las y los vecinos, que debiera ser base de la vida en comunidad. El buen clima de estos días también juega a favor de la iniciativa, y es previsible que sean minoría las familias que opten por quedarse en casa.

Las calles, pues, esperan a la gente para que se reencuentre, con el disfrute del espacio público, con las y los vecinos que suelen estar, como uno, atrapados en su rutina, que en muy pocas ocasiones como la de hoy es inevitablemente rota. Es hoy el día para transformar la vida cotidiana hasta el punto en que mañana se extrañe tanto la experiencia que haya que repetirla. A disfrutar del Día del Peatón se ha dicho.