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Sugerencias sobre soberanía alimentaria

Actualmente, el Gobierno de Bolivia está aplicando una política de soberanía alimentaria, que mejorará los ingresos de los campesinos que representan el 60% de la población, incrementará el PIB per cápita y mejorará la calidad de vida de los bolivianos. Como Embajador de Corea en Bolivia, deseo brindar mi humilde opinión para compartir las experiencias que han surgido en mi país, que en menos de diez años logró garantizar soberanía alimentaria.

A principios de los 60, el 58,3% de la población coreana habitaba en el área rural y padecía pobreza y hambruna. En ese momento, el Gobierno coreano decidió implementar dos estrategias. La primera consistió en aplicar un paquete de políticas en el sector agrícola para aumentar la productividad, que pueden ser concentradas en cuatro grupos:

1) Mejora de semillas y eliminación de bacterias. En Corea a principios de 1971, un experto local logró producir la semilla de arroz blanco llamada Tongilbye, y mejoró sus ramas de arroz de 90 a 130 granos. Aquello representó un gran “milagro” para la población y un gran avance tecnológico. De igual manera, en Bolivia conviene estudiar las enfermedades que afectan negativamente a las semillas. Por ejemplo, la bacteria wilt que perjudica la producción de papa. La Fundación Proinpa de Bolivia y KOPIA (Centro internacional de Agricultura de Corea) investigarán conjuntamente la enfermedad con un fondo otorgado por el Gobierno coreano al BID.

2) Producción de fertilizantes y construcción de represas. Entre los 60 y 70, el Gobierno coreano instaló cinco plantas para la producción de fertilizantes, similares a la Planta de Urea y Amoniaco que se construirá en Cochabamba. Asimismo, construyó represas para garantizar el riego en época de sequía. Es una gran satisfacción para Samsung Engineering participar en la construcción de las mencionadas plantas; y para la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), poder construir las represas en Pampas de Padilla (Chuquisaca), y Monteverde (Santa Cruz).

3) Mejora de la tecnología de cultivo. El Gobierno coreano y las entidades públicas se esforzaron por mejorar la tecnología para el cultivo agrícola. En Bolivia se utilizan semillas enteras de papa para la siembra, malgastando mucha energía. Por ejemplo, en mi país se han obtenido excelentes resultados con pedazos de papa con dos ojos que no mueren, sino que crecen mejor. Otro factor favorable en el cultivo de ese tubérculo es que una vez preparada la tierra, se utiliza un plástico negro delgado para cubrir la superficie y absorber calor. Se hacen agujeros para las semillas, quedando el resto de la tierra cubierta, y así se evita el crecimiento de hierba mala. Para estos retos, KOPIA compartirá la experiencia coreana con Bolivia.

4) Introducción de maquinaria (mecanización). En Corea se logró cambiar los procesos de producción intensivos en mano de obra por procesos intensivos en capital y maquinaria, mejorando la productividad en el sector agrícola.

La segunda estrategia fue reformar la mentalidad de los campesinos, que en los 60 trabajaban sólo tres meses al año, durante la temporada de cultivo de arroz blanco. Al final de los 60, el Gobierno implementó el “Movimiento de la Nueva Aldea”, que promovía la buena voluntad del pueblo y el desarrollo de las comunidades a través de incentivos. Por ejemplo, el Estado ofrecía material a bajo costo para la construcción de infraestructura, represas, sistemas de riego, etc.

Asimismo, brindó educación y capacitación gratuita a campesinos para mejorar la producción.

Para compartir con Bolivia lo expuesto, en los últimos tres años mi embajada y KOICA han enviado a 50 funcionarios públicos bolivianos a participar del programa de capacitación titulado “Movimiento de la Nueva Aldea” en la escuela de Canaán, Corea. Es el deseo de mi Gobierno que Bolivia pueda beneficiarse de algunas de nuestras experiencias para su desarrollo. Asimismo, felicito al Gobierno boliviano por su gran esfuerzo y dedicación para alcanzar los objetivos trazados en el marco de la Agenda Patriótica del Bicentenario.