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Se va la tercera

El Banco Central estadounidense (Fed) anunció la semana que termina la implementación, por tercera vez desde 2008, de una medida de política monetaria no convencional denominada “relajación o expansión cuantitativa”, con el propósito de impulsar su débil economía y la creación de empleo. La medida consiste en la impresión de dólares para la compra, en este caso, de bonos respaldados con hipotecas a un precio más alto que el de mercado, a fin de hacer caer las tasas de interés de esos valores para impulsar el sector hipotecario y a la vez inyectar liquidez en la economía para estimular el consumo y la inversión.

A diferencia de las dos veces anteriores que la Fed implemento esta medida (que no dieron los resultados esperados), en esta oportunidad, la cantidad de recursos a ser utilizados no tienen límite, sólo el compromiso de realizar compras de bonos respaldados con hipotecas y otros activos por $us 40 mil millones mensuales hasta que el panorama del mercado laboral mejore de manera sustancial. Como era de esperarse, el sólo anuncio del Banco Central estadounidense impulsó los precios de las acciones y materias primas que es a donde se dirigieron gran parte de los recursos inyectados por la Fed las dos veces anteriores, en lugar de estimular el consumo y la inversión.

Como también era de esperarse, a los miembros del partido Republicano no les cayó bien el anuncio de la medida, ya que de tener éxito, podría alejar la posibilidad de que su candidato gane las próximas elecciones presidenciales. Si bien existen serias dudas de que este tercer intento arroje resultados distintos de los anteriores, debido fundamentalmente a la incertidumbre que genera en los consumidores y empresas estadounidenses el hecho de que sus políticos no logran ponerse de acuerdo en las medidas para reducir el déficit fiscal, en esta oportunidad, la Fed está dando una clara señal de estar dispuesta a actuar agresivamente para reactivar la economía estadounidense. Habrá que ver si la actitud de la Fed se impone a la negligencia de los políticos.