Icono del sitio La Razón

Agenda socioambiental

Las actividades productivas del departamento de Santa Cruz son actualmente uno de los pilares de la economía boliviana. De acuerdo con el INE y el IBCE, durante 2011, el 23% de las exportaciones del país provino de Santa Cruz. Desde 2008, el valor de las exportaciones superó los $us 2.000 millones por año. Los principales productos de exportación son el gas natural en estado gaseoso, aceites crudos de petróleo y sobre todo soya, girasol y sus derivados (torta y aceite). Estos datos muestran a Santa Cruz como un departamento con una vocación claramente productiva. Los hidrocarburos y la agroindustria son ciertamente sus principales rubros.

El desarrollo de estas actividades ha significado un fuerte impacto sobre los hábitats naturales. La agricultura mecanizada a escala empresarial significó una drástica conversión de bosques en extensos paisajes agrícolas de monocultivos. A esto se suman las áreas destinadas a las actividades pecuarias, actividad que, curiosamente, no forma parte sustancial de las exportaciones del departamento. Estas actividades, junto con las carreteras, ferrovías y otras formas de accesibilidad explican que cerca de un tercio de la superficie de Santa Cruz cuente con hábitats que han sido parcial o completamente transformados.

Distinto a lo que se podría pensarse, sólo uno de los dos tercios restantes (áreas con escasa conversión de sus hábitats naturales) se encuentra cubierto por áreas protegidas, sobre todo aquellas de interés nacional (Noel Kempff Mercado, Kaa-Iya, Amboró, Otuquis y San Matías); y las subnacionales de mayor extensión (Ríos Blanco y Negro, y Río Grande y Valles Cruceños). El tercio restante mantiene gran parte de su biodiversidad intacta y no forma parte de áreas protegidas. Esto muestra al departamento cruceño como un interesante mosaico de elementos territoriales que resultan del modelo de desarrollo actual, o están vinculados con formas de conservación tradicionales. Al mismo tiempo, Santa Cruz es uno de los departamentos que experimenta mayor crecimiento demográfico. Esto significa que a mediano plazo, temas como la disponibilidad de agua, la seguridad alimentaria y el tratamiento de desechos sólidos demandarán mayor atención de la que ya hoy reciben.

Este 24 de septiembre se celebraron 202 años del grito libertario en Santa Cruz. Los desafíos para los siguientes años no pasan únicamente por consolidar y mantener el liderazgo productivo del departamento; se requiere también con urgencia una agenda socioambiental que le permita atender tres temas clave: mantener los servicios ecosistémicos de la biodiversidad, atender la vulnerabilidad al cambio climático y promover la gestión integrada de sus recursos hídricos. Santa Cruz ha avanzado en estos temas, pero el camino es largo y apenas empieza.