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Formación y empleo

Semanas atrás, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) publicó un estudio en el que se revela que en América Latina y el Caribe, más de ocho millones de jóvenes entre 15 y 24 años no termina sus estudios primarios y, por tanto, necesita alternativas para adquirir competencias necesarias para encontrar un empleo.

El 10º informe “Seguimiento de la educación para todos en el mundo” señala que en Bolivia las mujeres de las regiones rurales y las zonas urbanas son las personas más necesitadas de este apoyo, pues “por ejemplo, las mujeres tienen dos veces más probabilidades que los hombres de emplearse en el sector informal de la economía, en el que reciben remuneraciones muy insuficientes, sin beneficiarse además de un reconocimiento jurídico ni de reglamentaciones o condiciones de trabajo normalizadas”.

Según la Unesco, casi el 50% de la población total de la región tiene menos de 25 años. En todas las regiones del mundo, más del 25% de los jóvenes se ve reducido a desempeñar trabajos no calificados y precarios, que los mantienen en el umbral de la pobreza o por debajo de éste.

Como coincidiendo con este diagnóstico, el Gobierno Municipal de El Alto lanzó, a través del Programa de Apoyo al Empleo (PAE), un proyecto de capacitación para conformar empresas de mantenimiento de áreas verdes dirigido a jóvenes a partir de los 18 años. Según el proyecto, las y los jóvenes inscritos aprenderán a conformar empresas de manera legal y legítima, y entre los temas que abordarán figuran: gestión empresarial y proceso administrativo, precisamente las competencias cuya ausencia suele provocar el fracaso de los emprendimientos. Asimismo, se brindará capacitación en áreas técnicas como cortado de césped y cuidado de áreas verdes, entre otras.

El responsable del PAE explicó que “estos programas buscan apoyar a gente joven de bajos recursos con interés de superarse y mejorar su condición económica. Buscamos capacitarlos para conformar empresas en las áreas de servicio como seguridad, limpieza, mantenimiento de áreas verdes,  reciclaje y construcción”.

Considerando que no sólo el citado estudio de la Unesco, sino también otros de carácter nacional y local han abundado en evidencia sobre la necesidad de brindar a las y los jóvenes alternativas en formación para favorecer su inserción en el mercado laboral, la iniciativa del municipio alteño parece ser un paso en la dirección correcta. Así, proyectos como el que se comenta, o uno ya iniciado en el municipio de La Paz y un reciente DS para brindar el primer empleo a las y los jóvenes en el ámbito del Órgano Ejecutivo son medidas imprescindibles para una lucha efectiva contra la pobreza, que vale la pena no sólo elogiar, sino fundamentalmente estimular y, en su caso, emular.