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Agua para todos

Días atrás, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) anunció que 39 barrios de El Alto sufrirán racionamiento de agua durante tres meses, debido a una merma en sus plantas de almacenamiento. Paralelamente, se informó que el 20% de la red de agua y de alcantarillado de esa empresa ya culminó su vida útil y debe ser reemplazada, pues presenta fugas.

Estamos ante una situación que si bien no es crítica, sí debe preocupar, ya que, por una parte, han comenzado los problemas de desabastecimiento derivados de una disminución en la captación de agua y el natural incremento en la demanda del líquido, que ya habían sido anunciados hace más de una década, cuando se diagnosticó una merma en los glaciares que alimentan el sistema de almacenamiento, producto del cambio climático.

Por otra, existe evidencia del pobre mantenimiento que recibe la red de tuberías en ambas ciudades, que en algunas zonas tiene casi 40 años de antigüedad y, previsiblemente, presenta fugas, según un diagnóstico elaborado por el Gobierno Municipal de La Paz. Aquí el problema es doble, pues, primero, significa que hay una importante pérdida de líquido y, segundo, esa filtración humedece y debilita los suelos, especialmente en zonas inestables de la ciudad.

Ante este panorama, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS) demandó a EPSAS elaborar un plan de contingencia, para evitar mayores racionamientos en el futuro, para lo cual las autoridades de la empresa han pedido colaboración. La situación, sin embargo, se agrava al considerar que esa empresa tiene severos problemas de institucionalidad, derivados de la falta de definición sobre su estatus legal.

Según el Alcalde paceño, EPSAS debe invertir para mejorar el servicio de agua potable y alcantarillado en la ciudad de La Paz, pero no lo podrá hacer mientras persista su mal manejo administrativo. “Necesitamos tener una empresa en condiciones institucionales estables. Cada mes conocemos escándalos y otro tipo de problemas que se producen al interior de la empresa, porque no está siendo bien manejada”, agregó, sin mencionar que el Gobierno Municipal a su cargo debe ser parte de la solución, ya que junto al de El Alto deberían conformar una nueva empresa, capaz de satisfacer las necesidades y demandas de ambas urbes.

Por su parte, el Viceministro de Agua y Saneamiento dijo que evitar el desperdicio del líquido por tuberías o conexiones en mal estado es una responsabilidad compartida entre el Gobierno nacional, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) y los vecinos.

Hay, pues, un diagnóstico claro que indica cuáles son los problemas, que sólo pueden agravarse hacia el futuro. Lo que falta es el plan de acción para resolver dichos problemas y, sobre todo, la voluntad, de autoridades y población, para ponerlo en marcha. La solución no puede demorar.