Abismo fiscal
El Congreso estadounidense tiene hasta el 31 de diciembre para evitar que expiren diversas exenciones impositivas.
Concluida la contienda electoral con un claro ganador y sin cambios en la Cámara de Representantes, que continúa dominada por los republicanos; ni en el Senado, que se mantiene con mayoría demócrata, corresponde al Presidente reelecto enfrentar en lo inmediato lo que se ha venido a llamar el “abismo fiscal”. El Congreso estadounidense tiene hasta el 31 de diciembre para evitar que expiren diversas exenciones impositivas que favorecen a las personas y empresas establecidas en el gobierno de Bush y ampliadas en el gobierno de Obama; y para detener los recortes automáticos de gastos públicos a ser aplicados en diversos sectores, como defensa, salud y otros. Si bien el objetivo de ambas medidas es reducir el déficit fiscal, se estima que su total y simultánea aplicación podría implicar el retiro de alrededor de $us 600 mil millones de la economía estadounidense sólo durante 2013, lo que ocasionaría una contracción de su PIB.
En lo que va de la presente gestión, republicanos y demócratas no han logrado ponerse de acuerdo con las medidas para superar el abismo fiscal, debido a que los cálculos y ambiciones políticas pudieron más que la demanda por señales claras por parte de los consumidores y empresas estadounidenses, a fin de incrementar su nivel de gasto e inversiones. Reelecto el presidente Obama y sin cálculos políticos que hacer en el corto plazo, republicanos y demócratas deberían llegar a un acuerdo para superar el abismo fiscal. Sin embargo, las posiciones son tan extremas que lo más probable que vaya a suceder antes del 31 de diciembre es que se amplíe el plazo para la aplicación de las exenciones impositivas y los recortes automáticos de gastos por unos 90 días más, plazo durante el cual ambos partidos deberán llegar a un punto de acuerdo.
Por las implicancias sobre la economía estadounidense y mundial, hasta que los políticos estadounidenses logren ponerse de acuerdo, es muy probable que los mercados bursátiles, de materias primas y de divisas registren un comportamiento volátil.