Reciclaje II
En la ciudad de La Paz, por más esfuerzos que se realizan, los desechos crecen sin parar en las calles
En un anterior artículo se abordó el tema del reciclaje, su enseñanza y cualidades, con ejemplos referidos a la diversidad de posibilidades de transformación de ciertos materiales como las bolsas plásticas, transformadas en cubiertas para viviendas de interés social; o las botellas, convertidas en material reutilizable. También se remarcó que la basura en las ciudades es un problema real. Es por ello que amerita buscar nuevas motivaciones para encontrar propuestas que colaboren en mitigarlo.
En los últimos años, en muchas urbes del planeta, las sociedades han adquirido el hábito de comprar algo, usar un corto tiempo y desecharlo. Esto principalmente en lugares de economía elevada. El consumo es tan alto y tan obsesivo, que ha logrado habituar a la población en la costumbre del uso y el desecho rápido. En otras ciudades todavía se piensa que la calle es un basurero, y por ello es frecuente ver que la gente echa desechos incluso desde las ventanas de los vehículos. Con ello, obviamente, la basura ha crecido infinitamente desde hace algunas décadas.
Sin embargo, lo preocupante —según estudios sobre esta temática— es la proyección del crecimiento de la población, la cual debiera motivar a crear nuevos programas en el presente. Una de las propuestas que se plantea está encaminada hacia los residuos cero, y centrada en la transmisión y toma de conciencia de esa realidad. El primer paso que se propone es enseñar a separar lo reciclable, y aprender a convertir ciertos elementos en reutilizables. Asimismo, extender la idea de que muchas cosas o elementos desechados podrían ser recompuestos. También señalan que la clasificación de residuos no es tarea sencilla, pero que tampoco debiera ser considerada como meta ideal sólo para las urbes pequeñas. Ciudades como San Francisco (EEUU) o Torino, en Italia, hace varios años han comenzado con ese tipo de planes urbanos.
Empero, lo singular y apreciable es que hoy la tarea del reciclaje se ha convertido en un “generador de empleos” en las ciudades. Independientemente de la gran utilidad para el medio ambiente, el residuo cero puede convertirse en sostenibilidad social y económica, ya que esos programas no sólo han logrado dar empleo a una decena de ciudadanos, sino a cientos de miles de habitantes, afirman esos escritos.
Cabe recordar que los residuos sólidos son materiales que no tienen ningún valor económico para el usuario, pero sí tiene un valor comercial a la hora de su recuperación e incorporación al ciclo de vida de la materia. En La Paz, por más esfuerzos que se realizan, los desechos crecen sin parar en las calles. Las campañas de difusión sobre las horas del recojo de basura parecería que funcionan poco, o no llegan a los oídos de los malos vecinos que tienen la manía de dejar bolsas de basura en las esquinas. Si bien actualmente existen ciertos principios de selección, como el de las botellas plásticas, el proyecto “Clasifica residuos” debería ser socializado y extendido en esta urbe.
Para algunos, el concepto de reciclaje significa una fórmula casi vacía; y para otros, pensar en el medio ambiente es sólo ironía. Sin embargo, la realidad del problema de los desechos en las calles debiera producir propuestas y soluciones. Una de ellas apunta a los residuos cero, que por lo menos reduciría el impacto y molestia que causan las calles sucias. Esto no sólo porque colabora en el buen vivir, sino porque hay quienes están seguros que La Paz debe buscar, aún, una identidad reconocida.